A lo mejor el presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés Zurita, sabe más de escuelas de sommeliers que de los derechos y obligaciones ciudadanas.
Y es que al exmaestro gastronómico y de sommeliers, hoy consejero presidente, se le ocurrió regañar públicamente al contralor del IFE Gregorio Guerrero por interponer una denuncia de hechos, ante la Procuraduría General de la República.
Según Valdés, toda vez que el pleno de los consejeros constituido en una especie de Suprema Corte de Justicia, exculpó al exdirector ejecutivo de administración, Fernando Santos Madrigal, por la compra presumiblemente fraudulenta de un edificio, y por lo tanto el contralor Guerrero debería haber “acatado” la resolución.
Ante la insólita declaración solo caben dos explicaciones:
La primera es que el presidente del IFE ignore que la única autoridad competente para determinar la probable responsabilidad penal de una persona, es el Ministerio Público.
Y que son los tribunales del Poder Judicial de la Federación los competentes para resolver si Fernando Santos es culpable o inocente, de la comisión de algún delito.
La segunda es que el presidente del IFE haya tenido que ver en la supuesta adquisición fraudulenta de un edificio, que presumiblemente causó un daño patrimonial a la institución por la cantidad de 124 millones de pesos.
Las Olimpiadas de Slim
Independientemente de cómo vaya a quedar en definitiva la reforma Telecom cuando llegue a ser publicada, seguramente Televisa y TVAzteca, quieran o no, se verán obligadas a transmitir los contenidos televisivos de Carlos Slim.
Y es que ambas televisoras difícilmente dejarán de transmitir las olimpiadas de Rusia y Brasil, cuyos derechos ya fueron adquiridos por la “dominante” América Móvil de Carlos Slim.
¿Quién podrá dominar al dominante Carlos Slim?
Cuestión de congruencia
Mientras el Papa Francisco se ha negado a usar el Cristo pectoral de oro, y a trasladarse en la lujosa limusina papal, el nuevo arzobispo de León, monseñor Alfonso Cortés llegó a Guanajuato en un jet privado.
Obviamente el hecho provocó el escándalo “urbi et orbi”, sobre todo por el reciente pronunciamiento papal de que la Iglesia Católica debe ser de los pobres y para los pobres.
