¿Honestidad o juicio?
La honestidad que pensamos que es una gran virtud, no es más que un defecto que acaba con las relaciones. Hablo de las personas que dicen “si yo no expreso exactamente lo que pienso o siento, estoy siendo deshonesta.”
La honestidad y la sinceridad sí son principios éticos y morales, pero no siempre son una expresión de amor.
Nos es mucho más fácil expresar honesta y sinceramente lo que nos desagrada, que lo que nos gusta.
Annette ManautouLa honestidad que pensamos que es una gran virtud, no es más que un defecto que acaba con las relaciones. Hablo de las personas que dicen “si yo no expreso exactamente lo que pienso o siento, estoy siendo deshonesta.”
La honestidad y la sinceridad sí son principios éticos y morales, pero no siempre son una expresión de amor.
Nos es mucho más fácil expresar honesta y sinceramente lo que nos desagrada, que lo que nos gusta.
Preferimos culpar al otro por lo que sentimos antes que responsabilizarnos de ello y para colmo queremos que el otro solucione nuestros problemas. De esta manera se dañan las relaciones y se limita la expresión del amor.
Tenía una amiga que decía “¿Por qué si soy una persona franca, honesta, sincera, directa y sin pelos en la lengua, no tengo amigas?”
Expresar el amor es todo lo contrario, cuando ves algo que no te gusta de otro y te molesta, el primer paso es reconocer que si “eso” te molesta está reflejando algo tuyo que requiere sanarse y caer en cuenta que esa persona no tiene la culpa de tu malestar.
Ella tiene derecho a tener esas ideas, formas, comportamiento, costumbres y aspecto. Desde el ego no quieres concederle ese derecho, se lo quieres quitar al decirle que piensas que está mal como si fueras dueño de la “verdad”.
Una de las maneras más eficientes de dominar al ego es resaltando las virtudes del otro en lugar de sus defectos.
Es muy difícil no ser sincero y más cuando se trata de alguien cercano ¿Cómo quedarte sin decirle a tu pareja que le habló horrible al mesero y que no estás dispuesta a convivir con un prepotente?
La manera más sabia es diciendo: he pasado por experiencias muy similares y he encontrado formas que me han ayudado a mejorar mis relaciones, ¿quieres que te las diga?
Si te dice que sí, entonces le puedes ayudar, pero si empiezas diciendo “esa forma como le hablaste al mesero está mal” lo va a percibir como un ataque, se va a defender.
Renuncia a la sinceridad, a la honestidad de sentimientos negativos, el juicio es un error grave en una relación basada en el amor. Bloquea el proceso de evolución porque cuando ubicas un problema fuera de ti, no lo puedes solucionar. El que tiene que cambiar la forma de pensar eres tú para que no te afecte lo que otros hagan.
La sinceridad y la honestidad están enfocadas directamente con el egoísmo, no con el amor. Es como sentirte con el derecho de expresarle tu malestar a otro y con la obligación de cambiarlo porque piensas que esta mal; eso se llama ego, no amor. Crees que actúas por su “bien” y lo estás atacando.
Si tú te sientes muy bien con lo que el otro hace y lo expresas, considérate una persona sabia, porque expresar aspectos positivos los refuerza.
Evita la sinceridad destructiva y utiliza la admiración y, si dentro de un mes no has producido un milagro, es porque no usaste esta herramienta adecuadamente.
Como dijo Sócrates: si lo que me vas a decir es: bueno, verdadero y necesario entonces te escucho pero si no cumple con los tres requisitos haré de cuenta que no nos vimos.