Hollywood está en una fase de loving (como a ellos les gusta decir) hacia México, o lo que es lo mismo, de “enamoramiento”, esto lleva poco más de una década y se remonta, en la realidad, a la gastronomía, al tequila, con que somos su país vecino y les gusta ver cómo es que sus billetes verdes rinden más que de aquel lado del Río Bravo.
Pero este loving en lo audiovisual poco tiene que ver en cómo son las cosas realmente de este lado de la frontera, porque cuando lo retratan en la ficción crean una fantasía de lo que es el país, hacen un licuado horrible y mal hecho de cómo es aquí.
Me explico: ¿alguien ya vio la quinta temporada de Cobra Kai? Bueno, pues, en teoría, Miguel Diaz viene a México a buscar a su padre y nos encontramos con una postal caricaturizada totalmente inverosímil.
Era de esperarse, esta producción no estuvo siquiera a mil kilómetros de pisar la delimitación de Estados Unidos, todo sucedió en estudios de Atlanta, Georgia y en locaciones de Puerto Rico, para simular que estaban en el pueblo costero de Ceuta, Sinaloa.
Todos los estereotipos posibles son utilizados: mucho picante, elotes a 5 pesos, piñatas por doquier, y no podía faltar el adorno del perro chihuahua para el auto, entre más situaciones que son completamente inexistentes, como, por ejemplo, ¡que todos hablan inglés! (inserten risas falsas por favor).
Lo mismo pasa en la serie She-Hulk: Defensora de héroes, se supone que están en una playa paradisiaca mexicana, cuando esto en realidad se hizo en estudio, o la escena a mitad de créditos de Spider-Man: Sin camino a casa (2021), donde Eddie Brock está en un bar de alguna costa de México, pero esto seguro lo hicieron en cualquier otra parte.
¿Por qué a los gringos les encanta fantasear con México, pero no producen aquí?, ¿acaso la respuesta no es obvia?
Hay dos motivos principales, el primero siempre va a ser ahorrar en costos de producción, pero la realidad es que ellos titubean más por algo que existe en toda la extensión del territorio mexicano, la inseguridad.
Vaya, sí hay algunas producciones que se atreven a venir, de pisa y corre, como lo fue Godzilla: el rey de los monstruos (2019) o Spectre (2015), pero ¿Dónde fue esto? Ahh, claro, en la CDMX, donde el escenario es ligeramente más controlado y pues hay una “industria” que pueden utilizar a su antojo y de paso implantar nuevas costumbres, o ¿ya se les olvidó que antes de la película de James Bond no existía el desfile de Día de muertos?
Para los vecinos del norte seguimos siendo Speedy González, la gente sigue vistiendo sarape y sombrero, o como mejor me gusta imaginarlo, somos Pancho Pistolas, el gallo vestido de charro que debutó en Los tres caballeros (1944), al menos él tiene un poco más de estilo.
¿Cambiará esta visión absurda de cómo nos ven los gringos? Lo dudo mucho, ya veremos si en algo ayudan los estudios que actualmente se construyen en Ecatepec que, dicho sea de paso, ninguna empresa audiovisual extranjera ha confirmado que los vaya a utilizar.
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