Después de que se exhibiera en Reporte Índigo, el 5 de febrero del 2019, que existía incertidumbre sobre los fondos públicos que apoyan a la cultura y el arte en México, la Secretaría de Cultura federal me insistió fervientemente (incluso a deshoras y en fin de semana) a que me entrevistara con el subsecretario de la dependencia, Edgar San Juan para aclarar la situación.
El martes 9 de julio me recibió en lo que eran sus oficinas, al sur de la Ciudad, y puntualmente cito su comentario: “La instrucción de la secretaria Alejandra Frausto ha sido enfática: ni un peso menos a nuestros creadores y artistas, sea FONCA, EFICINE, Cultura Comunitaria, Jóvenes Creadores, FOPROCINE, FIDECINE, no se toca (este dinero)”.
Debo decir que, durante la charla, me pareció descortés que San Juan estuviera viendo todo el tiempo su computadora, pero ese día sucedió algo que estuvo a punto de tragarse sus palabras, porque una vez vertida esa declaración, leyó en su laptop algo que lo dejó desconcertado y que de hecho me pidió que paráramos momentáneamente la conversación.
Ese 9 de julio, en el transcurso del día, renunció Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, ergo, de donde vienen los fondos, apoyos, estímulos y fideicomisos de arte y cultura.
San Juan estaba petrificado, pero yo ya había obtenido mi entrevista y él no se retractó. Se publicó el texto con el título “Todos los fondos para el arte y la cultura blindados”, un mes después el funcionario salió por la puerta trasera de Cultura, sin pena ni gloria.
¿A qué viene esta anécdota? Pues que la 4T es un fracaso absoluto en materia de cultura y arte (por si no quedaba claro), porque, precisamente, el 7 de agosto pasado, cineastas, productores y realizadores reclamaron que quedó pendiente la última entrega de FOPROCINE y FIDECINE, y hay más de 50 producciones que no han recibido este dinero y todas las dependencias se hacen de la vista gorda hasta ahora.
Pero ahí no para el cuento, la Secretaría de Cultura está sin un ápice de logística y así el resto de las dependencias a nivel local o estatal, por ejemplo, me han dicho que hay malas prácticas en el Teatro Esperanza Iris, el Cervantino, que tiene este año como invitado a la CDMX, nomás no logra tener bien afianzada su Quincuagésima edición, y pues… ¿quieren que continúe?
Esto, sólo por hablar de una de las secretarías que dependen del Gobierno federal a cargo del “peje”, y de las demás…, pues también he escuchado los chismes, #SpoilerAlert: se están cayendo a pedazos.
La 4T llegó muy segura de sí misma, apostaban por un cambio, y lo lograron, pero nadie dijo que sería para peor, y vamos en picada, todo apunta a que acabaremos en el carajo y no habrá cómo levantarse.
Por cierto, ¿alguien sabe cómo será la organización para el homenaje a Silvia Pinal el próximo lunes 29 de agosto en el Palacio de Bellas Artes? Ahí se los dejo de tarea.
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