En un círculo de reflexión compuesto por jóvenes, un par de personas del séptimo piso y una agenda marcada con el signo de la incertidumbre, escuché muy de cerca las más sentidas preocupaciones que afligen al conjunto de frescos ciudadanos mexicanos con quienes conversé a fondo, acerca de las aspiraciones más relevantes que los animan a seguir adelante en su camino por la vida. Las preocupaciones y aspiraciones de la juventud fueron los ejes principales de nuestro conversatorio.
El promedio de edad entre los estudiantes participantes en la reunión fue entre 20 y 32 años, la mayoría recién egresados de ingeniería, antropología, derecho, medicina, ciencias de la comunicación sociología y sistemas tecnológicos.
En sus intervenciones calcularon edad promedio contra esperanza de vida en las próximas décadas, salud planetaria, población global, avances tecnológicos, desarrollo humano y bienestar social.
En materia de población planetaria, cifras oficiales de la Organización de Naciones Unidad, señalan que para el año 2030 la población mundial será de 8,500 millones de personas. En 2050 alcanzaremos los 9,700 millones de habitantes, en tanto que, para el increíble año 2100, nuestro planeta Tierra, estará habitado por cerca de 10,400 millones las nuevas generaciones de seres humanos en aquellos años, con un promedio de esperanza de vida de 79.5 años para el 2050, enfrentarán naturalmente los desafíos y oportunidades que les corresponda entonces para sobrevivir y evolucionar de la mejor manera.
Como remate de estas reflexiones de cálculos prospectivos, los jóvenes participantes de entre 20 y 32 años de edad, calcularon que para el 2050, tendrán entre 47 y 59 años si todo va bien en sus vidas.
El participante egresado de ingeniería industrial del Instituto Politécnico Nacional, intervino para decir que para el 2050 estaría cumpliendo casi 60 años siendo su mayor preocupación la salud del planeta:
—Al paso lento y tortuoso que andamos en la protección del planeta, en 2050 la Tierra estará más deteriorada que nunca, la temperatura del planeta será más alta, acompañada de sequias e inundaciones, colapso de la agricultura, mayor número de especies en extinción, nuevas pandemias. Estos son solamente algunos datos de la ONU que muestran escenarios que pueden ser distópicos.
Desde luego qué durante el conversatorio, no faltó la voz de la confianza en el desarrollo y futuro de la sociedad global y de nuestro país, a partir de las grandes aportaciones científicas y tecnológicas al servicio de la sociedad:
—Robótica, Inteligencia Artificial, conexión de cerebros humanos a computadoras para su libre programación, desarrollo incontenible de la nanotecnología que salvaría incluso la vida humana, amenazada entre otros peligros por la eventual extinción de abejas, con la producción de micro robots especializados para polinizar cultivos entre múltiples logros más en casi todas las materias.
Por último, el sociólogo advirtió:
—Con estos escenarios posibles deseables y no deseables, ¿a que le tiramos los jóvenes mexicanos?… cuando tenemos una educación cada vez más mediocre y políticamente adoctrinada, cuando sufrimos por la muerte de mucha gente por falta de atención médica de calidad y el impacto de una severa escases de medicamentos, cuando los trabajos no son de calidad, son mal remunerados, y lo peor, es que parece que al gobierno le interesa más conservar el poder que gobernar con eficacia y visión de futuro. Al gobierno le importa más que la población este bajo su control total con una dependencia absoluta a su voluntad e intereses, que prepararnos a los jóvenes para ser plenamente libre y dignos. El gobierno se debe ocupar de proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para desarrollar nuestra creatividad, alcanzar un nivel económico de autosuficiencia y ser altamente competitivos en todos los campos de la vida.
—Entre los jóvenes que estudiamos en escuelas públicas, sabemos que no hay forma de competir contra los jóvenes mejor preparados en escuelas privadas. El camino que tenemos que recorrer los estudiantes de escasos recursos para obtener una gran oportunidad laboral y empresarial está muy empedrado para nosotros, por estas razones muchos jóvenes se están dejando tentar por la vida que ofrecen los delincuentes. Nuestro futuro está muy oscuro.
Conversar con amplios sectores sociales de la juventud mexicanos nos revela, la urgente necesidad de proporcionar mediante políticas públicas inteligentes, prácticas y eficaces, la atención prioritaria que merecen, así como las herramientas de todo tipo que resultan indispensables para el desarrollo integral de nuestra juventud mexicana. Los jóvenes lo merecen. México necesita lo mejor de nuestra juventud.