¿Sabían ustedes que la salida de Glen Villarreal de la titularidad de la coordinación general de Comunicación Social de Nuevo León sólo empodera más al brillante y excelso grupo de expertos en comunicación y mercadotecnia política importados de Jalisco?
Sí, así como lo lee, el clan Julieta y Valenzuela ganan más terreno en el gabinete ampliado de Samuel García. Me recuerdan tanto a su antecesor y lo digo en serio porque si hay algo que sé, y mucho, es de la fallida y embroncada administración pasada.
Tal parece que Samuel no aprendió de la experiencia de su antecesor, pero nadie lo hace en cabeza ajena ¿o sí? Y ojo, a pesar de ser separatista, no tengo nada en contra de la gente de otros lares.
Hagamos memoria: el “Bronco” se empecinó convencido que los del ghetto de Mexicali eran muy cool y que conectarían con la gente de Nuevo León y cuanta ocurrencia se les venía a la cabeza, la pautaban semana tras semana. Vaya, hasta los spots del cuidado del agua pasaron a ser todo menos a provocar una conciencia del cuidado de nuestro poco vital líquido.
¿Más foráneos, Samuel? Designas como si no hubiera perfiles con experiencia. Y no me refiero solo a la edad, porque una buena parte del gobierno son casi recién graduados… y otros con mucha edad pero fuera del servicio público. Hay perfiles más chingones y con más barrio aquí en el estado, pero esa es otra onda.
Regresando a lo de Glen “tijeritas”, este chavito tenía la posibilidad de hacer grandes cosas de verdad, de dejarse ayudar por los que le saben al ajo político; pero la avaricia, lo mano larga e “incorruptibles” y sobre todo la falta de pericia y colmillo lo debilitó tanto que ahora, según él, reforzará el partido naranja en el estado como el nuevo y flamante vocero del movimiento en la entidad.
¿Me pregunto si ahora su chamba será la de evangelizar el nuevo Nuevo León con la sosa, superflua y disque popular “Mariananización”? ¿O va seguir jugando a la patineta y a las espaditas de guerrero nórdico desde la casona de Padre Mier?
Ya veremos cómo le caerá a Horacio Tijerina el juego de las vencidas onda serie épico-fantástica como en la que cree vivir Glen, con toda la parafernalia y afiches que le fascina mostrar soberbiamente en sus redes sociales. Total, en el estado el circo y las promesas no pagan entrada, cumplirlas está de la chingada. En una de esas, éste se convierte en la pieza para sacarlo del tablero. Cuidado Horacio, estos chavos parecen no entender el argot.
Nuevo León está condenado, ya se vive el infierno con el transporte, la inseguridad, la falta de agua y el desmadre del tejido social lapidándonos un día y otro también, y estos chavos se jactan de tener todo resuelto.
Les dejo está recomendación auditiva que, a pesar de ser de los inicios de los setentas, retrata muy bien el momento actual en Regiolandia. Para algunos es un feo álbum, poco convencional para otros. Para mí solo está cool.
James Brown, Minister of the new new super heavy funk / Reality, 1974
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