Todo cambia y tu empresa necesita cambiar para enfrentar la nueva realidad, pero no hay tiempo ni recursos. ¿Cómo innovar sin afectar lo que hoy te da ingresos?
No te asustes. Tengo algo muy duro que decirte, pero es mejor que lo sepas ahora para que estés preparado: Lo que hoy te da de comer y te genera ingresos será irrelevante en 10 años.
Por esta razón seguro que escuchas hablar de innovación por todas partes. También –seguro– que te estresas al oír esa palabra que parece hablar de que necesitas provocar una revolución en lo que hace tu empresa y cómo lo hace.
Pero no es así. Se trata de dar cambios pequeños y constantes que muevan a la empresa y al equipo al siguiente nivel. “El secreto de un proceso de innovación está en desarrollar los hábitos correctos y la disciplina necesaria”, dice Carlos Álvarez, socio de RedBox Innovation y fundador de Inspiración para Crear.
¿Cómo innovar en nuevos productos y servicios sin descuidar la operación del negocio que hoy funciona?
Justo este es el reto de Toroto, una empresa que ofrece soluciones basadas en la naturaleza para desarrollar proyectos que aumentan y restauran servicios ecosistémicos de los que todos dependemos: secuestro de carbono, infiltración hídrica y regulación de la biodiversidad.
Mientras la empresa trabaja de forma exitosa, ha dejado en el tintero el desarrollo de plataformas tecnológicas para monitoreo y medición de los avances de los proyectos, cuenta David Camhi, cofundador y director de Tecnología de Toroto.
Innovación y propósito
Tú lo sabes muy bien: las personas y las empresas están siempre llenas de ideas y buenos propósitos, los cuales no sirven de nada si no se concretan y se llevan a la práctica.
Sonia Heman, project manager de New Ventures, una plataforma que cataliza empresas sociales y ambientales de Latinoamérica a través de financiamiento, aceleración y promoción, propone desarrollar un comité de innovación. Se trata, explica, de un grupo de personas dentro de la empresa que, además de su rol convencional, se dedican a implementar un piloto o un experimento específico que lleva a la innovación.
El comité debe ser interdisciplinario, tener objetivos concretos y medibles, además de dividir las tareas entre sus miembros, sin que esto interrumpa sus funciones cotidianas, explica. Además, este comité debe tener permitido fracasar para aprender y lograr el éxito en próximos intentos.
El mejor resultado, dice Sonia, se logra cuando el comité comparte con el resto de la compañía sus logros, pues sirve de motivación para todos los equipos y ayuda a generar apoyo para implementar el nuevo proyecto.
El camino de innovar mientras estás a tope con la operación diaria de la empresa no es nada fácil. La única forma de no perder la motivación y el enfoque es conectar todos los días con tu por qué.
“Nunca pierdas esa hambre de buscar algo mejor, siempre busca vivir y disfrutar de eso a lo que te dedicas”, dice David.
Para Sonia, no hay mejor motor de innovación que el propósito: “Hay que volver a los inicios, recordarnos y recordarle al equipo para qué estamos aquí, qué impacto queremos dejar en la sociedad y en el mundo.”