A pesar de nacer y vivir en Monterrey, en medio de una cultura empresarial muy extendida, para él las cosas de negocios y dinero siempre fueron extrañas. Foto: Especial

Ni tacaño ni gastalón

Seguro lo recuerdas actuando en Luis Miguel, la serie, o en la película El comediante, que escribió, dirigió y protagonizó. Se llama Gabriel Nuncio y es guionista, director, productor y actor. Lo que poca gente conoce de él es su faceta de emprendedor serial. Antes de meterse de lleno al mundo del cine, fundó una […]

Seguro lo recuerdas actuando en Luis Miguel, la serie, o en la película El comediante, que escribió, dirigió y protagonizó. Se llama Gabriel Nuncio y es guionista, director, productor y actor. Lo que poca gente conoce de él es su faceta de emprendedor serial.

Antes de meterse de lleno al mundo del cine, fundó una revista para una línea de autobuses que solo duró seis números. Luego, en 2008, tuvo un videoclub e invirtió varias veces en restaurantes, pero nunca tuvo éxito. También intentó emprender con una agencia de diseño e, incluso, con un centro cultural, pero todo naufragó.

Después de esos fracasos, Gabriel tiene una amplia y exitosa carrera en el mundo del cine, donde fue guionista de las series Soy tu fan y La casa de las flores; ha participado como escritor, productor o director en más de 20 películas, entre ellas, Cumbres, Camino a Roma y El norte sobre el vacío.

Hoy está al frente de tres casas productoras que cofundó: Bengala, centrada en proyectos de ficción; Detective, enfocada en cine documental, y Cinta Negra, para proyectos más comerciales.

A pesar de nacer y vivir en Monterrey, en medio de una cultura empresarial muy extendida, para él las cosas de negocios y dinero siempre fueron extrañas, ajenas.

“En mi casa nunca me enseñaron nada de negocios, ni de ahorro ni de inversión. A mí me generaba cierta aversión el dinero. Yo funcionaba mejor si trabajaba gratis y luego me pagaban a que si me pagaban por adelantado… Me sentía incómodo. Además, siempre cobraba por debajo. Me daba culpa la idea de ganar dinero y de cobrar bien”, cuenta Gabriel.

Al crecer sus empresas creció su dilema frente al dinero: nunca supo cómo tomar nuevos proyectos con la inversión necesaria, pero sin despilfarrar recursos.

“Mi estrategia era ser tacaño”, reconoce. “Mi miedo era no usar el dinero de manera correcta, sentir que lo desperdiciaba, que se me iba en algo que no tendría un retorno.”

¿Libertad creativa o control financiero?

De la charla que tuvo Gabriel con Alberto Peña, socio de Impuestos Internacionales y Transacciones de E&Y México, en nuestro Bar Emprende, surgieron algunos tips para desbloquear tu relación con el dinero, sin caer en ser tacaño, pero tampoco un gastalón desmedido:

  1. Haz un registro de tus gastos e ingresos, pues eso te dará claridad.
  2. Crea el hábito del ahorro.
  3. Haz una planeación financiera de tus proyectos, pero sé flexible.
  4. Busca un equilibrio entre la parte creativa y la parte financiera de tu proyecto.
  5. Nunca olvides el propósito de tu empresa en el mundo.

“Cuando se logra un buen equilibrio entre la administración financiera y la creatividad y el propósito es cuando los negocios se vuelven muy, muy grandes”, dice Alberto, de E&Y, quien aconseja a todos los emprendedores:

“No te pierdas en la rigidez por estar viendo los centavos que vas a ganar. Nunca debemos olvidar por qué hacemos lo que hacemos, hacia dónde queremos ir y qué queremos dejar como huella en la sociedad.”

Genaro Mejía es periodista de negocios, mentor, consultor y speaker. LinkedIn Top Voices Latam 2019 y fundador de BAR EMPRENDE.

Te puede interesar