Este término no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, pero sí en la realidad.
Héctor García Barnés publicó este libro en el año 2022, y en su portada escribe “una generación atrapada entre la nostalgia y el apocalipsis”.
La “futurofobia” es el miedo de las nuevas generaciones al futuro, a que llegue el día de mañana. Es la certeza de que hagan lo que hagan, nada logrará transformar y mejorar lo que hoy le duele al mundo y a sus vidas.
El autor al impartir una conferencia en la librería Santos Ochoa, afirmó: “los nacidos a partir de los ochenta crecimos en una burbuja de optimismo que un día estalló, y hemos vivido con la palabra crisis cosida a nuestros destinos, y hemos visto cómo todas las ideas que teníamos sobre el futuro se han esfumado”.
“Nostálgicos y apocalípticos, nos hemos dado por vencidos consiguiendo que el pesimismo se convierta en la principal señal de esta generación “.
Enfrentar las adversidades
Este libro, advierte el autor, es una invitación a cambiar el rumbo, porque el futuro sí está en nuestras manos y el poder de reescribir nuestra historia.
En este apasionante libro también se destaca cómo generaciones de jóvenes de otras épocas enfrentaron adversidades e incluso guerras, pero nunca perdieron la esperanza de que el futuro sería mejor, y lucharon por el progreso y por sus sueños.
“Futurofobia” pone frente a nosotros la urgencia de construir una esperanza que nos despierte y nos lleve a la acción, particularmente a los jóvenes de hoy.
En nuestro país muchos jóvenes tienen la certeza de que no lograrán hacer un patrimonio; de que no obstante haber asistido a la escuela, sus posibilidades de movilidad social son mínimas; es un miedo a un futuro incierto y complejo.
Miedo a tener hijos y miedo a que amanezca porque su única certeza es que será peor que hoy.
Inseguridad y violencia
El ambiente que hoy rodea a los jóvenes abona a estos miedos. Las violencias cotidianas, los encierros desde niños por temor a la inseguridad, su vida en las redes sociales desde cortas edades que los aísla y poco ayuda a generar empatía y a socializar con otros; la violencia digital; el cambio climático, etc.
Miles de jóvenes piden respuestas distintas a las tradicionales porque sus expectativas y emociones también lo son.
Expectativas utópicas
En estos miedos al futuro las redes sociales están jugando un papel decisivo, no son la única causa, pero sí una muy relevante.
La realidad virtual les genera expectativas utópicas a través de influencers o mundos y vidas que se muestran perfectas.
“Futurofobia” nos coloca frente a realidades que cuesta reconocer, pero nos marca un punto de partida para lograr transformar este miedo en fortaleza, esperanza y acción. Se dice fácil, pero la tarea es enorme y urgente.