Mientras muchos dan “por muerto” a Ángel Aguirre, hoy mismo, o en los próximos días, el caso de Ayotzinapa pudiera dar un vuelco de 180 grados.
Y es que la declaración que hizo el gobernador el pasado fin de semana no es para menos.
Adelantándose a las investigaciones del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, Ángel Aguirre jura y perjura que al menos una parte de los cadáveres que fueron encontrados en las fosas clandestinas, no corresponde al de los jóvenes de Ayotzinapa.
Y lo más sensacional: que los jóvenes pudieran estar vivos, y solo es cosa de encontrarlos.
Si la convocatoria del gobernador a la sociedad guerrerense para emprender una búsqueda casi de película tiene éxito, no es difícil imaginar quién sería el héroe de esta historia que ha acaparado la atención del mundo entero.
¿De dónde obtuvo el gobernador Aguirre los datos de que los cuerpos hallados no corresponden a los dos normalistas? Se pregunta el procurador Murillo.
“No contaban con mi astucia” podría contestar el gobernador Aguirre, quien hace unos días anunció que unos peritos argentinos, a petición de los familiares de las víctimas y algunas ONG, formarían parte de las investigaciones.
Que Dios los agarre confesados
La senadora Luisa María Calderón arrancó ayer su precampaña para ser la candidata de Acción Nacional a la gubernatura de Michoacán ante casi 4 mil acarreados que fueron llevados a su “segundo informe legislativo”, para los aplausos.
Por instrucciones de Felipe Calderón, el destape de “Cocoa” estuvo a cargo de su exsecretario particular Roberto Gil Zuarth.
Aunque Gil recordó que en aquellos días “Cocoa” culpó de su derrota a la delincuencia organizada del estado, se le olvidó mencionar que la delincuencia organizada se apoderó de Michoacán precisamente porque fracasó la supuesta guerra contra el narcotráfico que el expresidente inició, precisamente en Michoacán.
Gil omitió decir que la delincuencia organizada se fortaleció en Michoacán en ese sexenio, y que quedaron impunes muchos delitos, como aquel acto de terrorismo de la noche del 15 septiembre de 2008.
Es cosa de acordarse de que el gobierno de Felipe Calderón ignoró olímpicamente las advertencias telefónicas y por escrito que se hicieron llegar a los altos mandos de la PGR, PFP, Sedena, y Semar, destacados en Michoacán.
Hay documentación oficial del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo del gobierno michoacano, que lo confirma.