¡Este sí es el América!

América termina arrollando al León de Juan Antonio Pizzi, que acaba atragantándose con esas palabras llenas de veneno en el sentido de retar al arbitraje y achacar a “los intereses de las televisoras” por buscar desestabilizar a su equipo. Para nada, el León de anoche se desestabiliza solito cuando el ánimo y la garra decae ante el ímpetu americanista y ahí era en donde el técnico Pizzi debía sacar la cara frustrante porque no pudo y no supo y su León termina noqueado sobre la cancha del Azteca con un 4-1 que parece lapidario.

¡Súper primer tiempo!  

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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América termina arrollando al León de Juan Antonio Pizzi, que acaba atragantándose con esas palabras llenas de veneno en el sentido de retar al arbitraje y achacar a “los intereses de las televisoras” por buscar desestabilizar a su equipo. Para nada, el León de anoche se desestabiliza solito cuando el ánimo y la garra decae ante el ímpetu americanista y ahí era en donde el técnico Pizzi debía sacar la cara frustrante porque no pudo y no supo y su León termina noqueado sobre la cancha del Azteca con un 4-1 que parece lapidario.

¡Súper primer tiempo!  

El tremendo primer tiempo del América – León de anoche en el Azteca es el tapón de boca para todos aquellos, que van desde los que presumen de puristas hasta los amargadones de siempre que critican con furia la Liguilla de nuestra LigaMX. 

Ese 3-1 con el que América se va al descanso es producto de la pasión, entrega, juego a tope, estrategia y variantes pero principalmente ese jugar sin guardarse nada que bien visto debería ser el común denominador de cada fin de semana, sabedores que son jugadores profesionales y lo que vamos a ver es un deporte–espectáculo pero…

Si hay limones…

Hagamos limonada. Si solo la Liguilla provoca estos partidos por las razones que me pongan, justas o injustas, entonces que “viva la liguilla”.

De entrada León debe modificar su esquema de arranque ante la notable ausencia de su co-campeón goleador ( junto a Tito Villa) Mauro Boselli tocado por una lesión, con lo que el técnico Juan Antonio Pizzi presenta alineación sin un centro delantero nominal buscando llegadas de atrás apostando por la velocidad por los costados.

Nacho Ambriz nos sorprende dejando en la banca a Oribe Peralta, metiendo a Darwin Quintero para acompañar a Darío Benedetto.

 ¡Este sí es el América!

León se va arriba apenas en el minuto 11 cuando en un corner corto el “Chapito” Montes manda tiro, centro, chutazo o lo que sea que Pablo Aguilar intenta cortar estrellándola en el larguero de Moi Muñoz, el rebote lo aprovecha Nacho González que se pone vivo ante la pasividad de los defensas Águilas.

La reacción de los de Nacho Ambriz es lo que espera y sueña los millones de aficionados americanistas, van con todo pero con inteligencia y mucha intensidad, el empate es un autogol provocado en el área del León.

El 2-1 es un espantoso despeje “quedito y al centro” del “Gullit” PEÑA que aprovecha Paul Aguilar para fusilar a Yarbrough. El 3-1 es un penal Clarísimo que Benedetto cobra y aunque el “güero” Yarbrough la toca, no puede detenerla y de ahí al descanso con un solo mandón, el América grande.

Para el segundo tiempo América mantiene y hasta incrementa su dominio del juego en todos aspectos, territorial, táctico, posesión de balón. Contragolpes y en donde más cuenta, en el marcador rubricado por ese cuarto golazo de Mikel Arroyo que a balón parado y casi sin ángulo mete una comba a la que el “Güero” llega pero no puede sacar.

Así las cosas, este sí es el América que conecta con su afición, intenso, que nada regala y pelea de silbatazo a silbatazo; y para Juan Antonio Pizzi: “de lengua me como un taco”. 

Así de fácil.

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