Soy una convencida de que el tiempo de las mujeres ha llegado, lo vengo diciendo desde 2012, y lo seguiré sosteniendo, aunque eso a los ‘Club de Toby’ no les parezca.
Hoy me entusiasma la decisión de mi querida amiga y compañera de bancada, Xóchitl Gálvez, de buscar la candidatura presidencial por el bloque opositor.
Es verdad que todas y todos los participantes del proceso interno son profesionales, gente de bien y con el deseo inmenso de construir un México mejor.
Lo cierto también es que en tiempo de odio y venganza, se requiere de sumar voluntades, de construir juntos un proyecto de nación, de hacer participes a la sociedad civil organizada, de pensar en el país y no en proyectos personales, de grupo o cupulares.
Quienes como mujeres buscamos los puestos de toma de poder no solo nos enfrentamos a los intereses de grupo, partidistas y cupulares, sino que también al machismo y a la misoginia.
Un machismo que no solo viene del exterior, sino también del interior de los partidos que representamos, y eso sucede porque a muchos líderes partidistas les sigue constando trabajo que una mujer pueda ser líder y tomar decisiones.
Los ataques que recibimos las mujeres en el ámbito político, van más allá de nuestras aspiraciones, de nuestras propuestas y de nuestro trabajo, la gran mayoría se enfoca en nuestro físico, nuestra historia familiar, nuestro estado civil, peso, talla, relación sentimental, y hasta de nuestra forma de vestir, hablar y caminar.
Lo anterior no sucede con los hombres, para ellos no hay críticas de su forma de vestir, de hablar, estado civil, y mucho menos de su peso o talla; para ellos no hay preguntas incómodas ni fuera de lugar.
Las mujeres no queremos estar en puestos de toma de decisiones por nuestra linda cara, por nuestro cuerpo, por hacernos un favor, y mucho menos, por cumplir con las cuotas de género. Nosotras merecemos esos espacios por nuestras capacidades, trabajo y profesionalismo.
No es tiempo de divisiones, interés particulares ni de grupo, es tiempo de construir una proyecto de nación que convenza a las y los ciudadanos, que permita solucionar los problemas que les aquejan como la inseguridad, salud de calidad, educación, empleo con salarios justos, alimentación y una vivienda digna.
En Acción Nacional es por demás sabido que cuando nos dividimos la derrota nos alcanza, y es por eso que hoy hago un llamado a trabajar juntos, pues solo así conseguimos victorias.
Es tiempo de las mujeres, de cedernos el paso y de respaldarnos en lugar de ponernos el pie. No queremos ser unas juanitas, ni floreros, ni títeres, nosotras tenemos la capacidad suficiente para liderear un proyecto de nación y de impulsar el verdadero cambio que el país necesita.
Hoy yo voy con Xóchitl porque conozco de sus capacidades, de sus ideas, propuestas y de su trabajo. Sumemos esfuerzos y cambiemos el rumbo de nuestro querido México.