Entre Villa y el Fallas

No cabe duda que el futbol es mágico, maravilloso, y en la cancha a la hora de buscar el balón se hacen a un lado títulos profesionales, carteras, orígenes, nacionalidades, razas, religiones y ahí sí, todos somos iguales, aunque como dice mi buen amigo Jacobo Zabludovsky: “hay de iguales a iguales”. 

Esto quiere decir que hay jugadores con mucho más talento y otros con menos, otros que jamás podrán patear bien un balón y la inmensa mayoría, lo que podríamos llamar la “masa”, somos los que algún día soñamos con jugar como profesional pero no tuvimos el nivel para hacerlo.

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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No cabe duda que el futbol es mágico, maravilloso, y en la cancha a la hora de buscar el balón se hacen a un lado títulos profesionales, carteras, orígenes, nacionalidades, razas, religiones y ahí sí, todos somos iguales, aunque como dice mi buen amigo Jacobo Zabludovsky: “hay de iguales a iguales”. 

Esto quiere decir que hay jugadores con mucho más talento y otros con menos, otros que jamás podrán patear bien un balón y la inmensa mayoría, lo que podríamos llamar la “masa”, somos los que algún día soñamos con jugar como profesional pero no tuvimos el nivel para hacerlo.

Y no es que nos conformemos, sino que disfrutamos el futbol de otra manera, con nuestros amigos, el equipo de nuestra escuela, de nuestra universidad o algún club que nos haya invitado a jugar y así disfrutamos el futbol con la alegría, la pasión e incluso las muchas limitaciones que nos generan más lesiones que a los profesionales, por eso el futbol llamado de barrio o de llano, que es en el que participamos por muchos años la inmensa mayoría, pues no hay preparación, tampoco hay la forma de ser precavidos y ahí aparecen las grandes lesiones en muchos de nosotros. 

Seguramente quien esté leyendo este artículo tendrá amigos que debieron retirarse del futbol, por esto que les estoy platicando, a muy temprana edad, por las rodillas, los ligamentos, los meniscos, los tobillos, por los brazos, pero a final de cuentas disfrutamos el futbol como el que más. Somos la gran mayoría que no llegamos a profesionales.

Pero en el nivel de los profesionales también hay clases, hay diferencias, nos toca vivir una de ellas y me explico:

El Barcelona pierde 35 millones de euros

En el traspaso de David Villa, el famoso “Guaje”, goleador histórico de la selección española, no solamente vigente sino que considero el delantero más productivo de la selección ibérica y con más capacidad el día de hoy por arriba de Soldado, el “Niño” Torres y el que me pongan. Sin embargo, Villa en el Barcelona no triunfó como muchos lo esperábamos, en su momento el traspaso más caro de un jugador español, 40 millones de euros pagó el Barcelona al Valencia y todo parecía que rodaría como un balón perfecto, vino la lesión, después la salida de Guardiola y luego los problemas de entrenadores, a tal grado que Villa comenzó a ser un jugador de reemplazo, incluso por jugadores que podríamos considerar de menor nivel que el propio “Guaje”.

El Barça necesitaba un golpe mediático

Porque de esto viven los 10 grandes equipos del planeta, mercadotecnia, transmisiones de televisión, camisetas, derechos, giras, por esto el Barcelona se le adelantó a otros grandes de la Liga Premier, la Liga de Francia o en la Liga de España, como el Real Madrid, para traer a Neymar, al que muchos considerarán el nuevo fenómeno del futbol.

Creo que hoy por hoy David Villa es un jugador más productivo, sin embargo aquí manda la mercadotecnia y el “Guaje”, que entonces ya no tendría espacio para jugar en el Barça, excepto de reemplazo, porque a Messi nadie lo mueve, se iría devaluando hasta perder su valor en el mercado de las cotizaciones del futbol, que no como jugador, y por esto lo ceden al Atlético de Madrid por 5 millones de euros, es decir, 35 millones menos de lo que le costó al Barça hace dos años, y quedándose el equipo catalán con el 50 por ciento de los derechos en caso de que David Villa recupere forma, prestigio y por lo tanto valor en el mercado y lo puedan traspasar a otro equipo que pueda pagar cantidades mayores. 

Así se maneja el futbol de mercadotecnia de los grandes en el primer mundo, que además están viviendo una espiral inflacionaria que ellos mismos provocaron, y que hoy no hay forma de detener.

Pero aparece el Fallas

Por otra parte el mismo día en Costa Rica se da el traspaso de Roger Fallas, muchos le dicen así, el Fallas, así se apellida, imagínese usted y juega al futbol.

Cambia de equipo, se va del AS Puma Generaleña de la Segunda División al equipo de la Universidad de Costa Rica que recién ascendió a la Primera División tica. El traspaso es fenomenal, el dirigente Rigoberto Chinchilla, conste así se llama, lo cedió y a cambio de este traspaso le entregaron al equipo AS Puma 50 balones de futbol, esto pues es un traspaso profesional en la liga de Costa Rica, y el de David Villa es un traspaso profesional en una de las ligas más importantes del planeta. 

Sin embargo estoy seguro que la alegría y la ilusión por jugar al futbol de Roger Fallas es del mismo tamaño que la del “Guaje” Villa, el futbol los hace iguales, aunque como dice mi buen amigo Jacobo, “hay de iguales a iguales”… Así de fácil.   

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