En salud es el tiempo de las mujeres: La lucha de género que atenderá la Dra. Claudia Sheinbaum
Las desigualdades en salud por cuestión de género no son solo cifras. Son historias de mujeres que no reciben la atención adecuada
Columnista InvitadoMéxico con sus tradiciones ricas y su historia vibrante, aún arrastra las pesadas cadenas de la desigualdad de género en salud. En un país que celebra la fortaleza y la resiliencia de la mujer, paradójicamente, las cifras revelan una historia diferente, más oscura y menos festiva.
Las muertes maternas en 2023 ya suman 323. En 2022, fueron 446 las voces que se apagaron en salas de maternidad, y lo más perturbador es que el 90 por ciento se pudo haber prevenido (SSA 2023).
Cuando hablamos de violencia obstétrica, no nos referimos a simples errores médicos. Nos referimos a gritos, humillaciones y negligencias que marcaron a tres de cada 10 mujeres gestantes en 2021. Si eres joven e indígena, esas cifras se intensifican, mostrando el rostro más oscuro de la inequidad (INEGI 2021). El IMSS, la principal institución de salud, lidera una lista indeseable de casi 7 mil quejas por violencia obstétrica en solo un año (GIRE 2021).
La violencia de género es otra forma de desigualdad en salud que afecta a las mujeres mexicanas. Para julio del 2023 se habían registrado 3 mil 802 denuncias, mientras que en este periodo 41 mil 531 acusaciones por lesiones dolosas contra las mujeres se realizaron en todo el país (Secretariado Ejecutivo del SNSP 2023). ¿Cuántas más permanecen en silencio?
El ámbito laboral, que debería ser terreno de igualdad, también se mancha de prejuicios. Uno de los principales factores psicosociales asociados a la depresión en la población mexicana, es precisamente ser mujer y enfrentar una doble o triple jornada no remunerada, si la mujer es jefa de familia o si se dedica a cuidar a algún enfermo, cargan sobre sus hombros la fatiga, la ansiedad y a menudo, una baja autoestima.
¿Y qué decir de la salud física? Las mujeres mexicanas lideran las estadísticas de obesidad (2 a 1 con relación a los hombres) y por lo tanto, presentan mayor predisposición a tener enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer (Ensanut 2022).
Las desigualdades en salud por cuestión de género no son solo cifras. Son historias de mujeres que, por no recibir atención adecuada durante el embarazo, han perdido la vida y la de sus hijos o han enfrentado complicaciones evitables. Son testimonios de quienes, al buscar ayuda tras un episodio de violencia de género, se toparon con la insensibilidad o el desconocimiento de profesionales de salud. Son cientos de miles de casos que tienen que lidiar día a día con sus miedos, ansiedades y depresiones. Son narrativas de quienes se han sentido invisibles en un sistema que debería protegerlas.
Recientemente Claudia Sheinbaum Pardo fue electa como coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación. La doctora tiene ante sí un reto mayúsculo y la responsabilidad de ser un referente en cuanto a la salud de las mujeres se refiere.
“En salud es el tiempo de las mujeres”, no solo es un llamado a la acción, es un recordatorio de que, si bien las desigualdades han marcado la historia, el futuro puede ser diferente.
Es urgente mejorar la calidad de la atención médica, empoderar a las mujeres desde la comunidad (enfermeras, doctoras, parteras, promotoras de salud) e impulsar una atención primaria a la salud efectiva para todos.
Ante una futura candidata presidencial, la esperanza se renueva. Es tiempo de reescribir nuestra historia: se trata de la oportunidad no solo de redactarlo, sino de vivirlo. Toda una nación espera cambios reales y tangibles en la salud de los mexicanos.