En el peor momento
Nunca es buen momento para un atleta, sus entrenadores, su equipo, su delegación, su deporte y hasta su país el dar positivo en un examen ANTIDOPING, la trampa siempre es trampa aunque se trate de matizar o disfrazar, más si hay agravantes como en el caso del curlista ruso Alexander Krushelnitsky, quien junto con su […]
Alfredo Domínguez MuroNunca es buen momento para un atleta, sus entrenadores, su equipo, su delegación, su deporte y hasta su país el dar positivo en un examen ANTIDOPING, la trampa siempre es trampa aunque se trate de matizar o disfrazar, más si hay agravantes como en el caso del curlista ruso Alexander Krushelnitsky, quien junto con su esposa habían obtenido el Bronce Olímpico en Pyeongchang hace un par de días en especialidad por parejas.
TRAMPA SOBRE TRAMPA
Habrá que puntualizar que por el gran número de deportistas rusos que han dado positivo en los últimos cinco años, el Comité Olímpico Internacional (COI) retiró la invitación a la Delegación Olímpica Rusa para estos Juegos Olímpicos que terminan este fin de semana allá en Pyeongchang, Corea del Sur, y solamente giró invitaciones a atletas que hasta el 22 de enero tuvieran un historial limpio. Alexander Krushelnitsky estaba entre ellos, su esposa y pareja en el curling mixto, Anastasia Bryzgalova, pasó con éxito los controles.
El tema se torna mucho más grave aún precisamente por estos antecedentes, que desde la sanción impuesta por la Federación Mundial de Atletismo a los atletas rusos impidiéndoles participar en Río 2016 han marcado al deporte ruso en general.
REGRESARLES SUS PRIVILEGIOS
El golpazo es mayúsculo para el deporte ruso cuando se habían comprometido a realizar una limpia a fondo, no solo de atletas metidos en el aberrante mundo del doping, sino a someter a controles mas severos a sus atletas, Alexander pasó sin problemas las pruebas antidoping del 22 de enero previo a los Olímpicos, solo dos semanas después da positivo en las pruebas post – medallas a la que todo atleta olímpico sabe que serán sometidos, ésta es la contradicción o la perversión. Hoy muchos suponemos que lo que falló no fue una sustancia prohibida sino “la otra”, la que inhibe enmascarando las pruebas del antidoping.
En una declaración extraoficial, miembros del Comité Organizador Pyengchang 2018 pretendían interceder para regresarle a los atletas y al Comité Olímpico ruso sus privilegios para desfilar con su bandera rusa, lo que sería el previo a su retorno al Movimiento Olímpico que hoy los tiene marginados, el doping positivo de Alexander Krushelnitsky va entonces mucho mas allá de ser un caso más en este aberrante tema del doping “controlado”… así de fácil…