Imagínense vivir en una distopía en la que tu oficio esté prohibido, donde tu sueño y motivo de vida se vea cercenado por la imposición del autoritarismo gubernamental, donde nunca puedas volver a ser libre para hacer lo que deseas.
Pues eso le pasa a una persona en el mundo, al menos a una que se atrevió a ir en contra de ese sistema que le oprime.
Su nombre es Jafar Panahi, es cineasta y vive en Irán. En 2010 el gobierno iraní le prohibió durante 20 años filmar películas, pero el realizador no se detuvo ahí.
Panahi tomó las cámaras Blackmagic, se subió a un taxi como chofer y empezó a grabar a pasajeros anónimos que le contaban sus experiencias de vida y ahí nació “Taxi Teherán” (2015), película que es mitad documental y ficción por parte del realizador iraní.
El filme se estrenó el 6 de febrero de 2015 en la Berlinale, ganando el Oso de Oro, pero debido a que también el gobierno de Irán le tiene prohibido abandonar el país, su sobrina recogió el premio en su nombre.
Las restricciones para Panahi no son nuevas, lamentablemente su patria le ha acusado de conspirar contra el Estado y ha prohibido sus películas desde hace 16 años cuando sacó su tercer producción llamada “The Circle”, la cual ganó el León de Oro en el Festival de Venecia.
Este drama habla acerca del trato hacia las mujeres en Irán y su falta de igualdad de género. Panahi decidió utilizar personas que están fuera de ser profesionales en la actuación, técnica que ha usado en la mayoría de sus producciones.
Aunque parezca irreal, cuando Panahi fue detenido en 2010 no dejó de filmar y empezó el documental “This is not a film” en el que siguió el proceso de su arresto y cómo el gobierno procedió legalmente contra el director.
La película tuvo que salir de contrabando del país, siendo escondida en una memoria flash al interior de un pastel de cumpleaños, lográndose proyectar en el año 2011 en el Festival de Cine de Cannes y Nueva York.
De su nueva producción, Panahi comentó en un comunicado que no habrá nada que le detenga para hacer cine, “ya que al ser empujado a las últimas consecuencias me conecto conmigo mismo, y en tales espacios privados, más allá de las limitaciones, la necesidad de crear se vuelve aún más un impulso”.
“Esta es una carta de amor al cine, llenando de amor a su arte, su comunidad, su país y su público”, dijo el cineasta Darren Aronofsky de “Taxi Teherán”, y quien presidió el jurado de Berlín el año pasado.
“Taxi Teherán” se estrena en México gracias a la distribución de Cine CANIBAL, que estará circulando en salas alternativas e independientes del país.
La película resulta en una reflexión de distintos matices, por un lado el nunca vencerse a costa de nada para lograr los sueños, y de otra manera deja pensando en cómo es que la comodidad nos hace presas a veces, dejando de lado el que allá afuera existen personas con peores oportunidades que nosotros.
¿Acaso necesitamos llegar a estas últimas consecuencias para empezar a hacer realidad nuestros sueños?
Ojalá el autoritarismo nunca nos alcance.