En Chivas no pasa casi nada

Jorge Vergara y sus cuentos engaña bobos de que todo está bien, que no pasa nada, que el proyecto va por buen camino, pintan el feudo Chiva como si su fantasioso sueño del país de  “Chivalandia” fuera tan hermoso que Disneylandia, que sí existe, se quedaría chiquito.

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Jorge Vergara y sus cuentos engaña bobos de que todo está bien, que no pasa nada, que el proyecto va por buen camino, pintan el feudo Chiva como si su fantasioso sueño del país de  “Chivalandia” fuera tan hermoso que Disneylandia, que sí existe, se quedaría chiquito.

Seguramente contagiado por el optimismo de plástico del mandamás chiva Jorge Vergara, aparecen uno tras otro como efecto dominó las reacciones de los elementos del muy pobre plantel del llamado “Rebaño Sagrado”, que van desde el que se sale del script oficialmente cuentista-optimista del técnico  José Luis Real , que en el comentario todavía no en frío se deja caer eso de: “Estamos noqueados” (¿apenas se enteró el domingo?), o el de Néstor Vidrio, que es un poema al autoengaño: “No creo que todo el partido ellos hayan sido superiores”, hasta el que invita a la risa del “Chatón” Enríquez y su nuevo look casi pelón de maquinita podadora, sacando el pecho y gritando: “sí, frustrado, triste … pero jamás humillado”. 

La tele los encuera

A Chivas no hay que apretarlos mucho, ellos con su muy limitado juego y escaso talento individual se entregan solitos, y más en estos partidos de los llamados clásicos, en donde la atención casi total se centra en esos juegos, y todavía cuando la transmisión de Televisa en su muy legítimo derecho obliga (bueno, ups, sorry, “SOLICITA”)a Chivas a ajustar horarios para generar más audiencia, moviéndolo al “Prime Time” de las 7 de la noche, en lugar del tradicional de las 5 de la tarde. 

La convocatoria del Clásico con América es ya de por sí interesante, si a esto le agregamos el escandalazo del zafarrancho provocado por esos barbajanes con playera Chiva, no de las nuevas, conste, de las viejitas, aunque para fines mercadológicos en Chivas hay nuevas playeras a cada ratito, que nos tuvo en vilo toda la semana y, por supuesto, al final de cada nota en donde fuera se hablaba del “Clásico contra América de este domingo”, a lo que habría que agregar las bravuconadas, muchas de ellas forzadas, de ambos lados para seguir calentando el juego y transmisión. Las notas de cada día acerca de los operativos de seguridad y venta de boletos, la verdad muchos se fueron con la finta de que “Este clásico sí está parejo” , como si los verdaderos aficionados y hasta los ocasionales no se hubieran dado cuenta del triste plantel Chiva.

Lamentable lo de Vergara

No podemos pasar desapercibidos los comentarios puntuales, directos, bien documentados de Jorge Vergara, que se puso a responder todas las llamadas de medios de comunicación que le cuestionaban acerca del zafarrancho del sábado anterior frente al Atlas, de los barbajanes, cobardes y cínicos agresores de los que Chivas se deslinda puntualmente, del operativo de seguridad en su imponente Estadio Omnilife, hasta llegar a la zona de patinazos y bandazos señalando que “SUS” Chivas venían bien, fuertes y listas para ganar el Clásico.

En algunos casos no coincidían las cifras de sus “archirequete” engaña bobos comentarios, creo que el 2-0 favor Chivas fue el más mesurado.

Jorge Vergara insiste en hacernos creer con unos “cuentototototes” más largos que la cuaresma, que sus Chivas no solo han mejorado sino que van muy bien, que ya juegan a lo que el propio Jorge siempre ha exigido, que no requiere refuerzos porque se los venden caros y los que hasta hoy ha contratado han salido hechos un petardo. Esas posturas envalentonadas sin sustento, esas afirmaciones pensando que nos tragamos sus mentiras son luego palabras que se tiene que tragar con uno de sus “Omnijugos” para que no se le atore más, al fin y al cabo  quienes le rodean le dan siempre la razón y el  “Lo que digas, Jorge”  y así sigue y seguirá por la vida.

Haciendo daño a millones…

De seguidores Chivas que ya no lo pueden ver ni en pintura, frustrados de tanta promesa no cumplida hasta de lo más elemental, de tantos bandazos, de tanta mercadotecnia, tanto verbo engaña bobos. 

La de esta semana es más allá del colmo cuando se dedica a calentar con esas “mentirijillas” el clásico del domingo con el afán, este sí legítimo, de llenar su Omnilfe tan abandonado, también con razones legítimas,  por esa afición Chiva que sabe que aquí no te dan gato por liebre, te dan menos que eso. Jorge logra su cometido, llena el Omnilife solo que esta vez el engaño se convierte en boomerang, sus Chivas no están ni siquiera para la media tabla de nuestra LigaMX. Sus aficionados salen tan molestos, tan humillados, tan dolidos de ver a su equipo mucho más débil y limitado que el América, que de hecho esta temporada tampoco asusta a nadie. Esta gente, mi estimado Jorge, no regresará al Omnilife hasta no ver una gran mejora, y para la teleaudiencia la frustración no se notará tanto porque el horario del domingo por la tarde es bastante cómodo, pero sí valdrá la pena ver cómo las estadísticas de Ricardo Pérez Teuffer, vicepresidente encargado del área, muestran esa frustración convertida en números a la baja y puede pegarle al matrimonio Vergara en donde más les duele… en el bolsillo… Así de fácil.

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