Emprender, el amor y otros demonios
Esa mañana, cuando Toño despertó, su esposa le dijo: “Oye, tengo que ir al súper. Ya no tenemos nada para comer.” Él le contestó con la verdad: “No tengo nada de dinero para darte, pero espérame dos horas y lo resuelvo.” Antonio Peláez tenía una agencia de marketing y una revista, pero había perdido a […]
Genaro MejíaEsa mañana, cuando Toño despertó, su esposa le dijo: “Oye, tengo que ir al súper. Ya no tenemos nada para comer.” Él le contestó con la verdad: “No tengo nada de dinero para darte, pero espérame dos horas y lo resuelvo.”
Antonio Peláez tenía una agencia de marketing y una revista, pero había perdido a su principal cliente, y su único sustento en ese momento era cobrar las suscripciones a su publicación en restaurantes y tiendas.
Toño agarró su motoneta y se fue a cobrar los 100, 200 o 300 pesos que le debían de la revista, pero los clientes se le escondían para no pagarle.
Cuando regresó a su casa había reunido menos de la mitad del dinero que necesitaban para hacer las compras. Su esposa le dijo: “¡No manches, güey! ¿Ahora qué vamos a hacer?” Toño le contestó: “No te preocupes. Va a salir, siempre ha salido.”
Pocas veces hablamos de la importancia que tiene la pareja para hacer realidad tu sueño emprendedor
Amor, dinero y negocios son una combinación peligrosa, que se puede volver un infierno. No es un secreto. Según un estudio, para el 80 por ciento de las empresas que están arrancando, el flujo de efectivo es uno de los principales problemas. Y cuando hay problemas financieros, las relaciones de pareja se enfrían o entran en pleito abierto.
Toño estudió mercadotecnia y trabajó en varias empresas. Antes de lanzarse a emprender, su último trabajo fue en el área de ventas de Kellog’s. La burocracia interna de la empresa, el tener que guardar formalismos ante las jerarquías y no poder proponer y llevar a cabo sus ideas lo frustraba. “Esto no es para mí”, se dijo.
Aunque era un gran vendedor, él pidió su cambio al área de marketing para aprender todo lo que pudiera y, en algún momento, lanzarse a emprender su propia agencia. Pero la jugada no le salió. Se volvió a sentir atado de manos en una área con enfoque analítico, mientras él era más creativo.
Sus resultados no fueron los esperados en marketing y le ofrecieron regresar a ventas, donde sí era bueno. Él decidió quedarse en marketing y terminaron por despedirlo.
A partir de entonces, Toño ha fundado cuatro empresas y su esposa ha sido su cómplice y compañera de batalla, aguantando todos los avatares, los subes y bajas que representa emprender.
La empresa que hoy dirige Toño se llama Dapp que, a través de tecnología mexicana, crea una carretera para pagos móviles, que une wallets, comercios y agregadores de pago. Funciona como PayPal, pero a través de códigos QR.
Hasta el momento tiene más de 25 millones de usuarios y más de 20 mil comercios conectados. Dapp facilita y simplifica los pagos electrónicos y disminuye el riesgo de usar tarjeta de crédito y del mal uso de los datos personales.
Para Toño, seguir tu pasión por emprender es casi imposible sin el apoyo de tu pareja porque no es fácil aguantar la incertidumbre de no tener un ingreso fijo ni saber si tu negocio va a funcionar o no. “Si quieres emprender, si quieres hacer ‘loqueras’ y tu pareja no te apoya, ¡olvídalo!”.
Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019