Con la primera elección del Poder Judicial de la Federación a la vuelta de la esquina, uno de los perfiles que llama la atención es Carlos Odriozola Mariscal, aspirante a la Suprema Corte.
El también fundador del Centro Contra la Discriminación, se presenta como un abogado independiente, ajeno a filiaciones políticas, con 30 años de experiencia litigando en temas de derechos humanos. Destacan en su trayectoria casos que alcanzaron notoriedad mediática y que han sentado importantes precedentes jurídicos.
Entre ellos, litigios que abordaron la discriminación laboral por edad y discapacidad, con resoluciones impulsadas en su momento por ministros como Arturo Zaldívar y Olga Sánchez Cordero, lo que derivó en jurisprudencias clave.
Para la 4T, el foco de esta contienda es encontrar perfiles que garanticen una justicia más efectiva y equitativa; esto significa juzgadores con vocación probada, pero también con resultados que trasciendan lo jurídico y toquen lo social.
Violento y viviendero
El “Negro” Armando Contreras, cuentan, es un viejo líder social que dirige la Organización Valle de Anáhuac, dedicando a usufructar trámites de vivienda, entre los más infortunados en la Ciudad de México, pero que recientemente empezó a ocupar algunos espacio de cercanía política.
Sin embargo, esconde un pasado como su apodo, pues tiene algunas denuncias de violencia en contra de mujeres; nos dicen que solo es cuestión de preguntar en la Fiscalía General de Justicia, pero como es aliado de una facción del partido en el poder, pues no lo tocan ni con el pétalo de un citatorio.
Y lo que llama la atención es que la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, y la excandidata al Senado, Verónica Juárez le den entrada en la demarcación aún con esas denuncias a cuestas. Lo mismo sucede en Iztapalapa, donde ronda el primer círculo de la morenista Aleida Alavez.
Nos detallan que bien harían los legisladores en preguntarle a la futura o futuro fiscal de la capital del país, si personajes como “El Negro Contreras”, seguirán siendo solapados y protegidos por los gobiernos mencionados. Pendientes.