En España o Argentina los niños nacen para el tenis en cancha de arcilla, así cambiará la inercia de un “draw “
Andy Murray y Rafael Nadal son dos de los cuatro top del mundo, de los cuatro mandones, en donde solo caben ellos y después los demás.
Ver a Andy es un privilegio, solo que aquí en México el que manda es Nadal, por esto el interés, la expectación, el darse de bofetones por un boleto y dejarlo todo para venir con anticipación al Abierto Mexicano.
Esta vez no es, ni por mucho, el fenómeno que ocurrió el año pasado a la sola convocatoria del “Rey del Abierto Mexicano”, Rafael Nadal.
Los tres mosqueteros
No hay duda, los números y los torneos así lo avalan, el escocés Andy Murray es uno de los 3 mosqueteros del tenis, que como en la novela legendaria de Alejandro Dumas en realidad son cuatro, Portos, Aramis y Athos a los que se agrega D’artagnan, en el tenis son Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y Andy Murray, quién hoy es la máxima atracción y figura de “nuestro” Abierto Mexicano de Tenis, solo que la organización y el propio Andy cometen un error aparentemente sin importancia: llegan al Reino de Nadal, el consentido, el favorito, el mítico jugadorazo fuera de serie a quién hemos adoptado como “nuestro”.
El giro total
Después de 20 años de crecimiento sostenido, Grupo Pegaso de Alejandro Burillo, dueños del Abierto, deciden dar un giro de 180 grados cambiando la superficie de arcilla a pista dura, no fue fácil, más de cinco años de gestión ante la ATP, con la renuencia de varios jugadores que señalaban que en estas fechas los demás torneos, Dubai el mas importante, ya tenían canchas duras y que el nuestro debería ser una continuación de los torneos sudamericanos de Sao Paulo, Buenos Aires y Viña del Mar.
Raúl Zurutuza, director del torneo, alegaba a favor del cambio que México debería engancharse en forma natural con Indian Wells en California y luego con Key Biscayne en Miami, Florida, por la cercanía geográfica y porque muchos tenistas no son afectos a la arcilla.
Los arcillistas son cada vez menos, en España o Argentina, los niños y jóvenes nacen para el tenis en estas canchas, así que cambiará la inercia de un “draw “ plagado de españoles y argentinos, jugadores de muy buen nivel pero ya muy vistos por nuestro público cada vez más conocedor y exigente, que llena año con año las tribunas para poder presenciar un tenis de altísimo nivel; aun y cuando no haya un jugador mexicano en varios cientos de escalones de la clasificación.
Es una enorme apuesta la del Grupo Pegaso al realizar este cambio que nos ha traído a varios jugadores top 20, quizá desconocidos para una buena parte de nuestro público, sin embargo los juegos de cuartos, semis y final deben ser de gran clase para entonces ir metiéndonos al tenis de alto rango en cancha dura.
El francés Gilles Simon, ya con un buen número de seguidores, o el ucraniano Alexander Dolgopolov, son ahora retadores del dominador y “segundo consentido” David Ferrer, el mismo que hace un año perdió de forma casi humillante ante el renacer de Rafa Nadal y con ello aquella frase…
“Soy el primero de los humanos”
Aclarando que alcanzar a alguno de los cuatro arriba mencionados era punto menos que imposible, el resto de la temporada terminó por confirmar las palabras de David que debió pelear palmo a palmo con Juan Martín del Potro, Thomas Berdych, Stanislaw Wawrinka o Jo Wilfried Tsonga, aclarando desde luego que David es el “3” del mundo de acuerdo a los números que ponen a Murray 7º. Por delante de Roger Federer.
Así las cosas pues, la presencia de un fuera serie como Murray y un guerrero hoy “3” David Ferrer no han despertado ni con mucho la expectación y pasión de hace un año con el regreso del “Rey Nadal” y conste que estamos disfrutando de un tenis del máximo nivel pero, el deporte sin pasión es como un taco sin salsa…
Así de fácil.
