Las pugnas intentan ocultarse mediante el trato amable, simulando inútilmente un mensaje de unidad. Pero la falta de honestidad en mostrar lo que se piensa y se siente por el rival, solo ha dejado falta de credibilidad y confusión.
Todos unidos contra Madero. Fortunas y componendas que tratan de ofrecer un mejor arreglo que la actual dirigencia. Los negocios, venta de protección y hasta acomodo en la burocracia tricolor, ya son imposibles de ocultar para los traficantes de la política que fueron derrotados tras haberse equivocado de candidata.
Los de fuero agrupan a los de fuera, ofreciendo mercar alguna posición a cambio de votos parlamentarios. El pacto, lejos de hacer concurrir idearios y plataformas en nuevos textos constitucionales, sólo sirvió de foro para convertir en moneda de cambio, la impunidad, el continuismo y la asistencia a eventos de corte oficial, para refrendar la imagen de los recién llegados.
Ya no son refrescos y tortas, sino rentables posiciones que siguen asegurando contratos, la manipulación de partidas presupuestarias y el respeto a los negocios que se llevaron al cabo en los sectores energ ético, comunicaciones y de la banca de desarrollo.
Ya no son organizaciones campesinas, sino negociadores que convierten lo que tocan en texto normativo, a los que se agasaja y presenta en auditorios como bestias domadas.
La competencia en el PAN, lejos, muy lejos está de ser una contienda ciudadana por abanderar a la sociedad civil, a la que hoy detestan y procuran mantener lejos de sus estructuras. Es la feroz y brutal lucha por mantener el báculo de la interlocución que anula denuncias, que mantiene nóminas y que da picaporte a las altas esferas del poder público, para preservar y acrecentar caudales mal habidos.
La grabación filtrada desde dentro del partido de Gómez Morín, da evidencia del grado de descomposición, del fin que justifica los medios y de la inevitable confrontación entre quienes mucho tienen que esconder, pero más tienen que perder, en caso de ya no mantener una bandera que vender o permute favores legislativos.
En voz baja, pero en con alarmante dedo flamígero, Cordero hace todo aquello que la bolsa, la traición y las bajas pasiones permiten para acabar con el derrotado líder del 2012.
El calderonismo con las arcas llenas, ha llegado a consejeros que no tuvieron oportunidad de practicar el doble discurso, la doble moral y la doble actuación, señalando con un dedo a los de antes al tiempo que con el otro apuntan al botín que hicieron suyo de la misma manera. A eso regresa Calderón sin su socia, a luchar por la gallina de los huevos de oro, otrora partido político.
En los Pinos han entendido bien el precio del PAN, que crece en cifras y exigencias, pero baja en solvencia, respaldo social y cohesión partidaria. A la venta está, quien da más.