El año 2023 quedará marcado en la historia nacional.
La SOCIEDAD CIVIL reaccionó, se movilizó y voto para cambiar radicalmente el curso de la historia de México.
Los mexicanos de mi generación podemos afirmar, por experiencia propia, o bien, por la sabiduría y conocimiento que condensan los libros, que nuestra nación, durante el siglo XX y lo que va del XXI ha vivido intensamente, momentos de la mayor trascendencia nacional, múltiples episodios forjadores de nuestra patria; desde el estallido de la revolución mexicana de 1910, hasta la fundación de múltiples instituciones nacionales como la UNAM, la promulgación de nuestra Constitución General de la República, incluyendo el sagrado articulo 123 constitucional, la pacificación del país, la creación del IPN, el Colegio de México, el Banco de Crédito Agrario, la Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos, la Secretaria de Educación Pública, entre muchas otras más.
También nacieron las principales confederaciones de trabajadores y campesinos, los partidos políticos, e instituciones electorales indispensables para regular y mejorar nuestra democracia.
Todas estas representaciones han sido fundamentales para el desarrollo nacional, así como también las creadas para formar un estado de derecho con libertad y justicia.
Ciertamente, como la vida misma, todo está inmerso en un proceso de transformación y cambio.
La construcción del México actual, no ha sido tarea sencilla, millones de mujeres y hombres en cada etapa de la historia han puesto su parte.
Por otro lado, es del conocimiento público, que, destruir es fácil, sobre todo, cuando se tolera al destructor. El pueblo de México tiene la responsabilidad de preservar el patrimonio nacional.
México, ha superado con entereza las consecuencias de las dos grandes guerras mundiales, la guerra de los cristeros, entre muchos otros conflictos globales y regionales.
Hemos transitado del nacionalismo revolucionario, al neoliberalismo económico, la globalización política y económica, a la revolución científica y tecnológica, actualmente experimentamos, las consecuencias del paso de la cuarta transformación.
Cada etapa de la historia reciente ha tenido héroes y villanos, logros y fracasos, dignos de tener presentes para aprender de las lecciones que ofrecen sus experiencias.
El pueblo sabe, porque se informa y analiza, o simplemente, porque le dicen y lo creen, o bien, lo perciben, cómo se siente en el cuerpo una amenaza o peligro.
Durante lo que va del presente régimen, hemos sido testigos de distintas decisiones atinadas como necesarias y otras inocultablemente muy cuestionables.
Los gobernantes hablan por sus hechos, más que por sus palabras. En ciertas ocasiones, de tantas palabras, contaminan y enrarecen el ambiente, nublan la mirada y el entendimiento, porque suenan como ruido y aturden.
En estos meses que acercan el fin del régimen, la gente ya tiene elementos para evaluar. Perciben el riesgo de mantener el mismo régimen en el palacio.
La sociedad en términos generales, reconocen la necesidad de poner un freno a la 4T, que ha ensanchado su poder por todo el territorio nacional.
La transformación anunciada, se ha convertido en algunos casos, en destrucción y en otros, en degradación.
Los habitantes de la zona metropolitana, CDM, Valle de México y de la mayor parte del país, ahora saben muy bien, las consecuencias de permitir la expansión de la 4T, en el Estado de México y Coahuila. Si morena captura estos estados, la ciudad de México, el Congreso de la Unión y la presidencia de la república, caerán como fichas de dominó en las redes de morena.
Los ciudadanos, no me refiero a militantes y simpatizantes de los partidos políticos, quienes se ubican en la antipolítica, así como quienes están con indecisión, de no saber por quién votar, vale recordarles que la indiferencia, es cómplice de las tragedias, y la duda, simplemente, mata.
Entiéndase bien, la indiferencia, así como la duda, no te salvan de las consecuencias de la política. Siempre será mejor, reflexionar, y decidir con seguridad y firmeza, votar por Alejandra del Moral para Gobernadora del Estado de México y por Manolo Jiménez para gobernador de Coahuila. El triunfo electoral en ambos estados, garantizarán, para los ciudadanos de todo el país, en el menor de los casos, mantener vigentes, los indispensables equilibrios nacionales que otorga la pluralidad política e ideológica.
Los equilibrios políticos e institucionales son indispensables para evitar abusos, para impedir la concentración de poder que tanto daña la mente de gobernantes, como la salud de la población en general. Los equilibrios ciudadanos, evitan el libertinaje gubernamental, por la discrecionalidad con la que deciden y actúan los gobiernos autoritarios.
Romper los equilibrios, es tanto como dejar al pueblo en la indefensión, es el principio del caos.
El 4 de junio del 2023 son las elecciones locales en el estado de México y Coahuila. Los ciudadanos tienen la palabra y la responsabilidad, de cambiar el curso de la historia, protegiendo de esta manera, el futuro de sus propios hijos.