Hay de Magallanes a Magallanes. El histórico era un navegador que sabía a dónde iba; pero el seudoperiodista tapatío con el mismo apellido trae perdida la brújula y está mostrando su alma de pirata.
En la nómina del gobierno de Jalisco aparece como “Director General de Proyectos de Políticas Públicas A”, con un sueldo de más de 60 mil pesos al mes.
Pero desde que subió al barco de la actual administración estatal Juan Carlos Magallanes, más que aportar soluciones, le está creando conflictos; como si necesitara más el actual gobernador.
En primer lugar porque para justificar el lanzarse por la borda y cambiar su pluma de periodista por el parche de pirata, se está dedicando a desprestigiar a todos los medios tapatíos.
De uno -en el que trabajó más de 15 años- dice que orquestó la campaña para que el hoy secretario General de Gobierno Arturo Zamora Jiménez apareciera ligado al narcotráfico en los últimos días de su campaña a gobernador en el 2006, y de este modo tumbarle la candidatura.
También está acusando al director de otro medio de prestarse para recibir un porcentaje de las ganancias que cobraría con su arreglo con la regiomontana Christiane Flores con la que el gobernador de Jalisco Jorge Aristóteles Sandoval Díaz habría procreado un hijo.
Pero donde ya de plano levantó la bandera de ataque es con la embestida dentro del propio barco aristotélico, en donde quiere apoderarse de las áreas de comunicación.
Para eso se prepara para tirar por la borda hartas informaciones en contra del actual director de Comunicación Social, Gonzalo Sánchez.
Lo curioso del cuento es que dice que en este asalto no va solo y pretende ponerle parche de corsario a su jefe, el director de Dependencias Auxiliares, Alberto Lamas.
¿Será la administración de Aristóteles de esas que dicen no a la piratería? Lo cierto es que si todo mundo conoce el estrecho de Magallanes, ahora todos conocerán más de Magallanes el estrecho.
