La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, padece de una extraña enfermedad: asesoritis. Y es que todo lo consulta, todos los temas los somete al escrutinio de los opinólogos que la rodean y al final no es ella la que toma las decisiones. Difícil situación porque al final ella no es la que resuelve y los afectados siempre son los sonorenses.
Pa’ reflexionar
Ya con el tiempo encima para aprobar todos los pendientes que tienen en el Congreso, ayer en comisiones de la Cámara de Diputados se aprobó que el Presidente de la República pueda tener control para decretar el estado de excepción en caso de una crisis nacional.
Como era de esperarse, los diputados de Morena levantaron la voz argumentando que eso da un cheque en blanco para que el Ejecutivo declare la eliminación de las garantías individuales en casos que no lo ameriten. En cambio, diputados del PRI y el PVEM pidieron reflexionar sobre la situación que han vivido países como Francia y Bélgica con los ataques terroristas que ocurrieron en días pasados. ¿Quién tendrá la razón? Sin duda, es un tema polémico que tendrá que reflexionarse con todas sus implicaciones.
Cambio de rumbo
Se está armando un cónclave de perredistas en la Ciudad de México que nomás no están dispuestos a movilizar votos para la elección del Constituyente en junio próximo a perfiles que no los representan. Los focos rojos son las delegaciones que ya gobierna el PRI, Morena y el PAN. Pero lo más grave es que las seis delegaciones amarillas no dan para darle mayoría a ese partido y menos con la lista que presentaron. Nos dicen que las huestes inconformes están yendo a llorar con una persona de Tabasco y que ha sido dos veces candidato presidencial.
