Dentro del foro en el que las personas que desean gobernar el país se presentaron ante los banqueros, no faltaron las descalificaciones y señalamientos entre candidaturas, pero lo que más llamó la atención fue el hecho de que solo una participante aprovechó, literal, para exponer cuáles serían sus ideas de llegar al poder, y cómo podrían influir en la banca.
El planteamiento, que sonó más a un avance de cómo se llevarán las cosas, en materia económica, durante los próximos años, figuró como un mensaje de advertencia para directivos de la banca e inversionistas.
Al menos, para los que todavía no se enteran de que empresarios y financieros ya están cerrando filas con esa candidata, incluso al ritmo de Emmanuel. ¿Ya saben de quién hablamos?
Espectacular desesperación
En Morelos, la 4T ya no sabe qué hacer para afrontar lo que podría ser una derrota en las urnas el próximo 2 de junio. Y es que, varios espectaculares de Lucy Meza, la candidata de la oposición, fueron destruidos y hasta quemados en distintos puntos de la entidad. Desde que múltiples encuestas colocan como puntera a Meza Guzmán, la guerra sucia comandada desde el Gobierno estatal ha tenido distintas modalidades, que van desde amenazas a candidatos opositores hasta ataques directos e incluso asesinatos en medio de un panorama de total impunidad ante los incidentes. Y, aunque, en este escenario, la destrucción de propaganda parece uno de los menores problemas, llama la atención que Morelos está atiborrado de espectaculares a favor de la candidata morenista, mientras los de la oposición son dañados por las madrugadas.
‘Reclutando voluntarios’
Nos dicen que Morena, en su desesperación por recuperar la alcaldía Álvaro Obregón en manos del PAN, está “reclutando” a voluntarios para que cuiden que la oposición no haga “trampa”. A cambio les ofrecen mil 400 pesos por acudir a defender el voto guinda el próximo 2 de junio de seis de la mañana a seis de la tarde. El problema, nos dicen, es que el pago sería hasta el término de la jornada electoral, y no existirá recibo ni comprobante para recoger lo prometido.