El legado social de AMLO: “Por el bien de todos, primero los pobres”

Este enfoque ha sido la piedra angular de su administración y podría considerarse el legado más significativo de su gobierno
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La evolución constitucional de los derechos sociales tiene su punto de partida en el texto del Constituyente de Querétaro de 1917, particularmente en sus artículos 3, 27 y 123. En ellos se parte fundamentalmente de la idea de igualar (en la educación, la propiedad de la tierra y en el trabajo) a quienes en la realidad económica son desiguales.

La política de bienestar social del presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido como punto de partida el principio de “por el bien de todos, primero los pobres”.

Este enfoque ha sido la piedra angular de su administración y podría considerarse el legado más significativo de su gobierno.

Programas sociales

Durante su mandato, López Obrador ha implementado una serie de programas sociales destinados a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la población, los pobres.

Entre estos programas se incluyen la Pensión para el Bienestar de las personas adultas mayores de 65 años; Jóvenes Construyendo el Futuro, que ofrece becas y capacitación laboral a jóvenes que no han podido acceder a la educación superior ni a un empleo formal; Sembrando Vida, que tiene por objetivo la reforestación integral del territorio nacional con la colaboración de los campesinos de México; y las Becas Benito Juárez, para estudiantes de todos los niveles educativos, con prioridad para aquellos que se encuentran en situación de pobreza.

Estos programas, aunados al alza de los salarios que se habían mantenido acotados a la baja por las políticas económicas neoliberales, han tenido un impacto notable en la reducción de la pobreza y la desigualdad en México.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en los últimos cinco años, 5 millones de personas han salido de la pobreza. Además, la inclusión de estos programas en nuestra Constitución, mediante la modificación de su artículo 4, ha garantizado plenamente su continuidad como un derecho y reforzado el compromiso del Estado con el bienestar social.

La política de bienestar social de López Obrador, basada en el principio de priorizar a los pobres, es la parte más relevante de su legado y ha dejado una huella significativa en la sociedad mexicana.

Una muestra de que sí es posible aplicar, en el siglo XXI, una política económica distinta a la neoliberal, sustentada en el combate a la corrupción y la dirección del gasto público para resolver las desigualdades sociales.

Junto a la determinación constitucional de los programas sociales como derechos sociales constitucionales, la política salarial impulsada por la Cuarta Transformación ha tenido varios efectos más que positivos en los índices económicos del país:

Andrés Manuel ha puesto los cimientos de la política de bienestar del humanismo mexicano de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.

El presente año 2024, será con la doctora Claudia Sheinbaum Pardo el punto de partida del segundo piso de esta Cuarta Transformación: la prosperidad compartida.

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