La narrativa de la política exterior de la “4T” quedará en la historia, pero no por sus decisiones ejemplares o exitosas. Más allá del rescate en momentos cruciales que ha hecho Marcelo Ebrard como secretario de Relaciones Exteriores, ahora también tendría que darle cátedra a algunos otros secretarios que, penosamente, de pronto quieren el beneplácito del presidente Andrés Manuel López Obrador, de ahí que son constantes los que levantan la mano para ser el ocurrente “bateador en turno”. El que recientemente y de manera penosa lo hizo, fue el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, quien, en contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, tuvo el desatino de abrir los brazos para pronto tener aviones de Aeroflot en México, mal tino para un personaje que no se ha destacado por hacer algo brillante en el tiempo que lleva la “Cuarta Transformación” en el Gobierno.
Si bien México fue el tercer país más visitado en el mundo en 2020, hay que saber que la pandemia cambió las tendencias de visitantes a diferentes naciones del mundo, así que las cifras reales las veremos en el futuro. En 2019, nuestro país fue uno de los 10 países más visitados a nivel global con más de 45 millones de turistas internacionales, quienes dejaron una derrama económica de 24 mil 563 millones de dólares, un crecimiento del nueve por ciento anual; y en 2020, llegaron al país 24 millones 284 mil turistas internacionales, 46.1 por ciento menos que en 2019. En 2021 ingresaron al país 55.3 millones de visitantes internacionales, para un crecimiento del 8.2 por ciento comparado con 2020, 43.2 por ciento por debajo de los que ingresaron en el año previo. Su pronóstico es que el sector turístico de México, que antes del COVID-19 representaba un 8.7 por ciento del PIB hace tres años, cerrará en 2022 en el 8.3 por ciento, de acuerdo con la “4T”. Así que, por más que el encargado de turismo postee información de encuentros o citas, y presuma cifras de manera positiva, debe concentrarse en dar resultados para el trabajo por que fue contratado, y deje de un lado el ser protagonista de su perfil en redes sociales deseando ser meramente un influencer.
Twittear datos que parecieran plausibles pero que, en la realidad, son otra cosa, sólo deja espacio para señalamientos sobre un trabajo limitado a la comodidad de un escritorio o al aparato móvil inteligente. Sostener esa posición de México, como un importante país visitado en el mundo, según el Barómetro de Turismo Mundial de la Organización Mundial del Turismo (OMT), no se sostendrá con fotos de encuentros o viajes a otras naciones. Le preguntan cuándo se le verá por Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Acapulco o Colima, que hoy más que nunca necesitan de la fortaleza del secretario para impulsar sus bondades como destinos turísticos y no solo existan en el mapa como polos de violencia.
Hoy, en los índices turísticos estamos por debajo de Francia e Italia, y aunque los Pueblos Mágicos de México tienen un enorme potencial, no parece que puedan sostener por sí solos esas posiciones. Un “detallito” más que debe atender el funcionario de turismo. Además, desde las Cámaras alta y baja se le ha hecho el señalamiento de no hacer absolutamente nada por detener el incremento en el costo de las casetas que llevan hacia los destinos de descanso que tanto le gusta alabar. Es momento de enfocarse en la petición del Ejecutivo federal para que Vulcan Materials construya el puerto de cruceros en Playa del Carmen; en el llamado de una ONG que está en contra de un nuevo muelle en Cozumel; en el tema de ferries en Quintana Roo; en los señalamientos hacia el Fonatur, por su trabajo en el Tren Maya; entre otros apremiantes. Estuvo fuera de lugar y fue muy insensible andar “twitteando” en tiempos de guerra.
Voz en Off
Por cierto, ya que le hablo de turismo, en Jalisco más de uno se puso nervioso al no ver el dinero destinado a un mexicano para ser promotor de su estado, pero finalmente Sergio “Checo” Pérez presentó lo que será su nuevo casco para la temporada 2022 de la Fórmula 1, y ahí viene ya el nombre de la entidad que gobierna Enrique Alfaro. Y es que recibió 25 millones de pesos del Gobierno de Jalisco, del ayuntamiento de Guadalajara y de la Oficina de Convenciones y Visitantes del Estado, por eso se esperaba con ansias ese elemento de su equipo de protección. Además, por ahí deberá traer el logotipo de Costalegre, y varios compromisos más que ha asumido el piloto de Red Bull. Por lo pronto habrá que esperar para analizar qué resultados se dan con esta decisión…