Siempre se debe terminar lo que se comienza; porque además de ser un gesto de confianza es uno de los principales atributos que junto a la reputación definen la permanencia de cualquier actor público; cuando se pierde no hay campaña que revierta sin engaños. Solo es de recordar a los candidatos al estado de Nuevo León del 2021. En pocas palabras se fueron por el menos pior. Tal como los recientes fenómenos: Broncomanía´15 , AMLOVERS´18, en ambas y en otras más; la onda fue que no había de otra, el electorado simplemente estaba encabronade y otorgo el castigo en masa en las urnas.
No es ajena a nuestra memoria la osadía del antecesor que, al lanzarse a la presidencia, repercutió el resto de la segunda mitad del sexenio, causó más que indignación, desprestigio, engaño y la fantasía de haber visto a muchos políticos sin manos. Nada fue diferente y sucederá lo mismo como de costumbre, a excepción de que la probabilidad de retorno al estado es mínima a comparación del exgobernador que tuvo mejor entendimiento y ejercicio político de verdad con el poder legislativo, ONGs y las esferas de poder.
El ahora candidato naranja único se ha marchado manchado de sangre, lodo y un montón de papeles convertidos en carpetas de investigación, procedimientos inconclusos, amparos familiares, promesas incumplidas, desmadre en el magisterio, en el abasto de agua, obras inconclusas, vialidades colapsadas y el dolor de familias enteras.
Un comentario que se distinguió la semana pasada, fue el compromiso de no desviar recursos públicos o humanos para su campaña rumbo al gane de la presidencia con limpieza y legalidad. –¿es necesario comprometerse a no caer en ilegalidades? ¿Es en serio?
Y como siempre la canción seguirá siendo la misma, el spot-vacuna de precampaña aplicado una vez más; pero con el cinismo mejorado, la vergüenza dominada y la singularidad en la palabra por encima de la pluralidad.
Pero aquí esta columna editorial imparable para seguir contando e invitando a reflexionar las supuestas verdades, por encima de las notas en periodicotes, redes sociales maquilladas y superfluas como esas exorbitantes noticias acerca de inversiones extranjeras. Que como el resto están en papeles y muchos gigabytes de videos, fotografías e imágenes alteradas. Como la mente de Samu-Elon el androide tesliano exejecutivo. -ánimo delincuencia y 42 billones sin transparencia.
Y sí. claro que integró un gabinete con mayor proporción de mujeres, pero eso fue por mera mercadotecnia; su convicción es visiblemente contraria, lo misógino y machista lo tiene de fábrica; lo que nadie cuenta es cómo son tratadas, además entre ellas están al menos una que es o fue parte de la vieja política que irónicamente destaca en silencio y otra podría poner a todo el gabinete de rodillas con tanta carpeta negociada apestada de corrupción y tráfico de influencias.
Y sí; solo es un memazo, un whitexican a la Kennedy que no redujo la pobreza extrema ni a la mitad, porque indudablemente desconoce los parámetros para hacer esa medición; ni tampoco tiene el barrio para asegurarlo. El semblante de su compañera parece no olvidar ese episodio de machito fresón rancherón, ni muchas mujeres que aún se sienten inseguras en las calles con todo y la promesa que nadie se metería con ellas. Si siguiera aprendiendo se notaría en su lenguaje y expresiones corporalesss. Son tan predecibles como los rostros y posturas de todo el gabinete malposando en el Salón de Recepciones Benito Juárez dando el dizque apoyo a la candidatura espontánea –el circo no divierte.
Y claro que ha hecho muchas cosas inéditas en la historia de Nuevo León -pues claro, eso es obvio; todos los gobernadores han hecho sus ondas, atendiendo las necesidades de cada década; además la mayor parte de ellas son frutos de las luchas sociales, que al parecer no son de su conocimiento o comprensión. ¿iba a oponerse, o que? El tiempo lo apremia. Y todo lo pone en su lugar.
El fenómeno de la corrupción siempre está presente, está tan enquistado en la política como en el futbol; las esperanzas ciudadanas se depositan en jugadores, directores técnicos, candidatos y políticos en turno en donde todos juegan a lo mismo; hacer trampa, simular empatía e idiotizar a todos con fantasías y promesas obvias.
Pero no todo es para desanimar la creencia, sino para poner a trabajar nuestra memoria y sentido común, evitando votar con el estómago; otorguémonos ánimos, no nos agüitemos, no nos sorprendamos con los chapulineos, mejor seamos más autocríticos y evitemos que se multipliquen esas plagas.
La banda mexicana y muy contestataria Molotov lanzó esta rola en el año 2014, casi a la mitad del sexenio del último priista en la presidencia; terminemos con lo que comenzamos. Si queremos un mejor país comencemos por nosotros, en nuestros barrios, con pequeños martillazos se derriban grandes muros.
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