Cuenta la leyenda que pocos eran los privilegiados que podían verlos. Los unicornios eran criaturas maravillosas con cuerpo de caballo, de color blanco y un mágico cuerno en su frente. Se les atribuye fuerza inmensa, pureza y son símbolo de la justicia.
Hoy se les llama unicornios a las empresas privadas emergentes –o startups– que alcanzan una valuación de más de mil millones de dólares e, igual que aquellos seres míticos, eran fenómenos muy difíciles de ver, en especial en países en desarrollo como México.
Pero fue justo en plena pandemia, una crisis inédita de proporciones devastadoras, que en nuestro país todos pudimos ver surgir cuatro nuevos unicornios: Kavak, Bitso, Grupo Bursátil Mexicano (GBM) y Clip. Y todo ocurrió en unos cuantos meses, entre octubre de 2020 y junio de 2021.
Pero su surgimiento no tuvo que ver nada con magia, sino que es resultado de la evolución del ecosistema emprendedor mexicano en más de dos décadas, como lo registra Alejandro Estrada en su libro Entre unicornios, jaguares, serpientes y escaleras, de reciente aparición.
En la última década y media, dice Alejandro en su libro, “hemos experimentado un crecimiento exponencial de startups y capital de riesgo en Latinoamérica”. ¿Qué factores se conjuntaron? Nuevas capacidades tecnológicas, surgimiento de más emprendedores, mayor disponibilidad de capital de riesgo y, claro, la forma en que la pandemia aceleró la transformación digital.
Para Alejandro, esta industria vale hoy 10 veces más que en 2005 y es 25 veces más grande de lo que era en el año 2000. “Todo pareciera indicar que el ecosistema de Latinoamérica ya pasó su punto de inflexión, lo que resta saber es qué tan grande, diversificado y relevante será, y en cuánto tiempo.”
También Vincent Speranza, director de Endeavor México, ve la llegada de más unicornios en el país el resto de este 2021 y en 2022.
¿Por qué debería interesarnos el surgimiento de estos unicornios? Porque generan empleos, provocan un impacto económico positivo, atraen más inversiones a México e inspiran a más emprendedores.
Lo que sigue es que más personas puedan acceder a este ecosistema emprendedor y obtener dinero, capacitación y los contactos necesarios para crear más empresas de alto impacto.
En la actualidad, como reconoce Vincent, fundar empresas de alto valor tecnológico sigue siendo un privilegio de pocos: quienes provienen de familias adineradas y tienen el capital para arriesgar, quienes tienen acceso a educación de primer mundo y quienes conocen a las personas correctas.
Es momento de celebrar, pero también es momento de mirar lo que a cada uno nos toca hacer para incluir los increíbles talentos que surgen de la UNAM, del Poli, de la UAM y de otras escuelas públicas en este ecosistema emprendedor, de democratizar el acceso a recursos financieros e intelectuales y de ayudarlos a convertirse en los unicornios de la nueva era.
Es la única forma de lograr el verdadero cambio en México. Para que el cuento de los unicornios se convierta en la revolución de los emprendedores.
Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019