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Cuauhtémoc ya se vendió, pero no para dejarse ganar en el juego del sábado entre América y Puebla, sino que le llegaron al precio para aceptar la candidatura del pseudo Partido Político Social Demócrata de Morelos para gobernar la ciudad de ¡Cuernavaca!
Esto con el único objetivo de sacar dinero y más dinero de ambas partes.
Es una embarrada de lodo, descaro y cinismo… de los dos lados.
Dinero fácil
El interés no tiene piés, en una descarada maniobra en la que Solo prevalece el negocio con mucho dinero de por medio, el tal Partido Social Democrata (PSD), que probablemente es de los mismos descarados que han llevado y traído esta franquicia política, así con todas sus letras, con el único objetivo de disfrutar de las prevendas y una pizcacha del abultado presupuesto que el INE otorga a los partidos políticos, nombra como su candidato a la alcaldía de Cuernavaca nada menos que a Cuauhtémoc Blanco, sí, “nuestro” “Cuau”, seguramente ofreciéndole una participación de la rebanada del pastel del dinero de las campañas.
Negociazo para ‘Cuau’ y el PSD
Sin ninguna experiencia en la política, aunque aquí no sería indispensable conociendo el nivel deplorable de muchas campañas, y tampoco en el oficio de gobernar y administrar, ya no digo una colonia, sino una de las ciudades más conflictivas del país, Cuernavaca, Morelos, de cuyos habitantes y de su dinámica quizá conozca algunos restaurantes o casas, los cínicos dirigentes del PSD invitan a Cuauhtémoc, nuestro muy carismático ídolo del fut, para contender por esa posición clave, la ciudad capital y emblema de uno de los Estados más conflictivos del país con muy alto índice de delitos del crimen organizado, solo para empezar.
El negocio es muy simple, el PSD hace ruido, se da a conocer, recibe un muy jugoso presupuesto para la campaña que se reparte en tres cabezas visibles, uno, la dirigencia del Partido, dos el “Cuau” y tres, para comprar banderas para colgarlas en los postes de algunas zonas visibles para justificar este robo a la ciudadanía, los presupuestos electorales también salen de nuestros impuestos.
Cínicos y descarados
El actual PSD de Morelos le roba las siglas y el nombre al Partido Social Democrata Mexicano, que desapareció en 2009 ante la falta de simpatizantes.
En Morelos han hecho algo de ruido pero nada más, sus dirigentes Eduardo Bordonave y Antonio Orta, Isabel Garcia Diaz Y Daniel Villalobos, seguramente hicieron cuentas y se tiraron por Cuauhtémoc con el fin de recabar el mayor número de votos posible, a sabiendas que el “Cuau” NO tiene ninguna oportunidad para ganar la alcaldía, pero sí en cambio de recolectar votos con los que alcanzarán el porcentaje requerido para mantener su vigencia como partido político, y así seguir recibiendo, al menos por los próximos tres años, el subsidio que por ley les correspondería.
¿Qué gana Cuauhtémoc?…
Mucho dinero, no hay más. Esta contratación es semejante a la de un espectáculo o un concierto interpretados por gente de alta popularidad por la que el empresario paga una fuerte suma de dinero, terminado el evento, aquí está tu lana y cada chango a su mecate.
Por supuesto que hay formas de hacerlo, no será un pago directo con cheque certificado cinco estrellas o una transferencia bancaria, será haciendo triquiñuelas, rascando de aquí y allá, depositando hasta allá, pero Cuauhtémoc Blanco se paseará por Cuernavaca unos días a la semana, tomando en cuenta que la campaña se da hasta antes de junio, fechas que coinciden con el Torneo MX.
Así las cosas pues, estos vivales y vividores que saben cómo aprovechar los huecos de la legislación electoral para hacerse de dinero, dinero y más dinero, porque aquello de ética, visión política, ideario político, sensibilidad por la comunidad, fidelidad a la gente, vocación de trabajar por el electorado eso, ni para los señores Bordonave, Orta, Villalobos y la dama García Diaz, simplemente no existe, y para nuestro Cuauhtémoc, con trabajos sabe en dónde queda la avenida Plan de Ayala de Cuernavaca, ciudad a la que de caricatura dicen que pretende gobernar.. negocio redondo entre cínicos… Así de fácil.
