El crimen organizado se adueña de nuestras escuelas
El crimen y la delincuencia organizada se han apoderado de nuestras escuelas, de los bebederos escolares y, tal parece, también quiere hacerlo de nuestras niñas, niños y adolescentes. Basta con leer las noticias de los últimos días en Chiapas sobre la presunta intoxicación de menores de edad en diferentes escuelas del estado por “cocaína”, siendo […]
Josefina Vázquez MotaEl crimen y la delincuencia organizada se han apoderado de nuestras escuelas, de los bebederos escolares y, tal parece, también quiere hacerlo de nuestras niñas, niños y adolescentes.
Basta con leer las noticias de los últimos días en Chiapas sobre la presunta intoxicación de menores de edad en diferentes escuelas del estado por “cocaína”, siendo el caso más llamativo el de la comunidad Bochil.
El hecho de que los bebederos de la escuela secundaria Juana de Asbaje tuvieran presuntamente alguna sustancia que llevó a la intoxicación de 110 estudiantes, quienes presentaron mareos, náuseas, vómito y dolor de cabeza, no es un tema menor y es lamentable que hasta ahora las instituciones federales no estén atrayendo el caso.
Por eso exijo que las autoridades estatales y federales investiguen contundentemente la causa de esta intoxicación, y de las también registradas en Tapachula.
No podemos permitir que el crimen organizado introduzca droga en nuestras escuelas, esta situación debe parar y, para ello, tanto las autoridades estatales como las federales tienen la obligación de atender estos casos de intoxicación.
Tan solo en el caso de Bochil hay seis menores de edad internados en el Hospital Rural, mientras que en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 2, de la capital de Chiapas, hay cuatro hospitalizados, debido a que su vida estaba en riesgo.
Por eso presenté, junto con la senadora Beatriz Paredes, un punto de acuerdo en el Senado de la República para exhortar a las autoridades correspondientes y para que se investigue e informe sobre los hechos ocurridos en Bochil y Tapachula
Asimismo, exhortamos también a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para informar si existen otros casos en los que se hayan presentado situaciones similares en otros estados de la República que evidencien la distribución masiva de drogas a niñas, niños y adolescentes en planteles educativos.
De igual forma, exhortamos a la Fiscalía General de Chiapas para que se investigue con la mayor celeridad y exhaustiva la presunta intoxicación con drogas de alumnas y alumnos de la secundaria Juana de Asbaje, en Bochil, y de la secundaria Constitución Federal No. 1 y en la Telesecundaria 388 Ricardo Flores Magón, en Tapachula.
La salud de nuestras niñas, niños y adolescentes está en riesgo, y no podemos ser indiferentes ni omisos. Debemos cerrarle las puertas de nuestras escuelas a la delincuencia y el crimen organizado, permitir que a través de sustancias ilegales se introduzcan a los centros educativos es ser parte de la impunidad y la corrupción.
Es obligación de todas y todos defender los derechos de nuestra niñez y adolescencia, no hacerlo es ser cómplices de la delincuencia y de los criminales, por eso desde el Senado seguiré en la defensa de nuestras niñas, niños y adolescentes de todo el país.