El secretario de Hacienda sigue creyendo que con un road show de medios podrá disminuir el enojo social por el incremento de impuestos.
Lo cierto es que las declaraciones del doctor Videgaray, lejos de consolar a alguien, podrían convertirse en un búmeran.
Los grandes empresarios seguirán molestos porque tendrán que pagar más impuestos.
Los consumidores de la frontera norte no estarán contentos de tener que viajar al otro lado para no pagar más impuestos.
Las clases medias tendrán que pagar más impuesto sobre la renta.
Y la mayoría de los pobres tendrán que destinar una proporción más alta de su ingreso al consumo de refrescos y fritos, porque querámoslo o no, estos productos son parte de su dieta alimenticia.
Y tan lo son, que por muchos años el gobierno mexicano considero a los refrescos como productos de “primera necesidad”, sujetos a control de precios.
¿Adelgazarán con impuestos?
Si al presidente le dijeron que la obesidad se combate con impuestos, le mintieron.
Difícilmente se puede probar que en la medida que se aumenten los impuestos a las papas y refrescos, la gente que los consume actualmente necesariamente dejará de hacerlo, y mucho menos que bajará de peso.
El problema de la obesidad en México es mucho más complejo y no se resolverá con un simple aumento de impuestos, como tampoco con un alza en el precio.
De ahí que no deja de ser ocioso que el presidente del República pida a los empresarios que comprendan que el aumento de impuestos es por la salud de la niñez mexicana.
En todo caso a quien tendrá que convencer Peña Nieto es a la niñez de mexicana, de que el gobierno hizo algo bueno al aumentar el precio de los refrescos.
Pagarán los costos
Por más que el senador perredista Miguel Angel Barbosa trató ayer de justificar su alianza con el gobierno para el aumento de impuestos, lo cierto es que el PRD tendrá que pagar un alto costo político por alinearse con el gobierno.
En cambio el PAN tendrá una gran oportunidad en el 2015 si sabe capitalizar el enojo social por el aumento de impuestos.
Eso sí, siempre y cuando el presidente Gustavo Madero no se vuelva a echar en brazos del Gobierno.