El buen ciudadano

Los mejores niveles de bienestar permanente a los que aspiramos todos los mexicanos no responden únicamente a un mejor gobierno. La historia nos demuestra que ordinariamente la participación de la ciudadanía es directamente proporcional al bienestar social.

Cuando se afirma que cada país tiene el gobierno que se merece se está diciendo, con otras palabras, que una sociedad poco participativa será ordinariamente víctima o rehén de sus autoridades.

Pablo Mier y Terán Pablo Mier y Terán Publicado el
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Los mejores niveles de bienestar permanente a los que aspiramos todos los mexicanos no responden únicamente a un mejor gobierno. La historia nos demuestra que ordinariamente la participación de la ciudadanía es directamente proporcional al bienestar social.

Cuando se afirma que cada país tiene el gobierno que se merece se está diciendo, con otras palabras, que una sociedad poco participativa será ordinariamente víctima o rehén de sus autoridades.

En las democracias más avanzadas, más del 70 por ciento de la gente participa al menos en alguna organización. En México solo entre el 15 y el 19 por ciento participa en algo ya sea un equipo de futbol o un grupo musical, y la gente que dice que participa en política, no alcanza más del 3 al 4 por ciento. 

En términos generales, la participación ciudadana es el involucramiento de los individuos en el espacio público estatal y no estatal desde su identidad de ciudadanos, es decir, de integrantes de una comunidad política.  

La participación ciudadana sugiere que precisamente la sociedad sea el promotor de cambios. Una sociedad civil sin participación ciudadana será víctima del poder porque el poder sin el contrapeso de la ciudadanía tiende a la tiranía.  

Algunos afirman que la baja participación en México tiene su origen en la decepción, otros afirmamos que es la apatía. La realidad es que los niveles de participación de las nuevas generaciones son alarmantes.

No cabe duda de que vivimos tiempos difíciles que exigen actitudes definidas y comprometidas, que no podemos quedarnos en la pasividad provocada por el pesimismo y el miedo. El desaliento en muchos casos puede ser expresión de un acercamiento simplista a la realidad e incapacidad por enfrentar los problemas. 

En este contexto nace y nace con fuerza “El Buen Ciudadano”, un espacio de y para ciudadanos que se transmite semanalmente, lunes a las 9 pm por KW Televisión y al cual tienen acceso todos los mexicanos.

¿Por qué tenemos esos niveles de corrupción que la sociedad misma detesta? ¿Por qué día a día crece la desigualdad entre los mexicanos? ¿Por qué la inseguridad nos va tocando a todos de uno u otro modo? ¿Por qué no terminamos de elevar los niveles de educación en México?

Estas son algunas de las preguntas que se plantean y contestan ciudadanos en el programa. Problemas, todos ellos, que si no es con la participación de todos, jamás se podrán resolver en el país. 

Se trata de un movimiento nacional, ciento por ciento ciudadano, que forma una red  fuerte  integrada hasta hoy por  más de 140 instituciones de la sociedad civil y sobre todo una cifra creciente de miles de mexicanos decididos a participar y promover la participación. 

Es un esfuerzo que nace para ayudar a la globalización de la democracia y las libertadas cuyo vehículo son las más modernas tecnologías, sus fundadores –ciudadanos al fin- no pretenden más que difundir un estilo de vida basado en el   fortalecimiento colectivo e individual de las personas.

www.buenciudadano.org.mx piensa que de los dos Méxicos –el de mayorías silenciosas, apáticas y resignadas que convive con el de las minorías abusivas y en ocasiones corruptas- debe hacerse un solo México que logre junto al bienestar, mejores y más libres ciudadanos.

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