El intestino delgado de una persona puede llegar a medir hasta 8 metros de longitud, mientras que el grueso tiene un metro y medio de tamaño.
Es ahí, en las tripas, en las vísceras, donde se siente todo, donde recae nuestra profunda emoción repulsiva, lo desagradable, lo nefasto, lo doloroso, lo repugnante, lo sucio, lo inmundo de nuestros pensamientos.
Tal vez esa sea la razón por la que estas cavidades orgánicas son tan largas, para así poder “digerir” con placer culpable nuestro sentir hacia lo grotesco.
Y hablando de lo “repugnante”, con dos años de retraso llega a la cartelera mexicana “Filth”, cinta que ya está disponible en plataformas digitales o formato de renta.
“Repugnante” lleva por título en español esta película basada en la novela homónima de Irvine Welsh, quien visitará la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que arranca este fin de semana.
¿Acaso este es un pretexto para traer a cines el filme protagonizado por James McAvoy?
Pareciera que se subestima al público mexicano al retrasar –o ni siquiera estrenar– este tipo de cine, como si estuviera lejano de nuestro entendimiento o prefiriéramos quedarnos con solo lo que Hollywood nos ofrece con sus producciones comerciales.
O cintas del mundo del cine independiente cuando llega un filme estridente del realizador argentino Gaspar Noé, a ese sí ábranle la puerta, de Lars von Trier ni se diga…
¿Quiénes dictaminan qué es bueno y qué no estrenar en los cines de México?
La crítica internacional aplaudió esta “repugnante” película cuando circuló en festivales, dándole todo tipo de elogios tanto a McAvoy como a la cinta misma.
En la ficción el detective bipolar Bruce Robertson (McAvoy) es un misántropo que en sus momentos de ocio (e inclusive de trabajo) se sacia hasta el límite de drogas, alcohol y además es un adicto sexual.
En el departamento de policía de Edinburgh, Escocia, se encuentra la moneda al aire de elegir quién será el nuevo detective inspector, por lo que Robertson aplicará toda su estrategia manipuladora, bullying perverso y sociópata para conseguir el puesto.
Este reflejo exacerbado de la realidad es solo un síntoma del vacío personal que nos genera la vida ante el abuso de nuestros impulsos. Welsh retrata la mezquindad en sus personajes demostrando lo salvaje que puede llegar a ser el espíritu humano sin importar las consecuencias de lo moral.
Es muy posible que este fin de semana suceda este ejercicio: “Filth” se ahogará ante la oferta de cintas que se estrenan, sobre todo porque también entra otro filme, mucho más comercial, en el que aparece McAvoy acompañado de Daniel Radcliffe.
Así que “Filth” podría ser ignorada por los cinéfilos que ya la vieron en la comodidad de su hogar. Pero también podría aparecer uno que otro afortunado que decida adentrarse al retorcido mundo del detective Robertson y seguir su espiral de sufrimiento.
Sin embargo, aún siguen en el aire algunas preguntas como: ¿Por qué estrenar una película dos años después de su salida? ¿Vale la pena ver “Repugnante” en cines? ¿Será que queremos ignorar el cine que nos muestra la inmundicia que podemos llegar a ser como personas?