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El activismo de Gil y compañía

El Senador Roberto Gil da mucho de qué hablar ahora que no distingue si es juez y parte de la iniciativa ciudadana que pretende reducir el presupuesto a los partidos políticos. Ayer recibió la solicitud pero además le concedió razón y avaló su contenido. 

Lo que nadie se explica es por qué razón si es tan benéfica la propuesta, ¿por qué no la hizo antes el propio Roberto Gil que ha estado en el legislativo y con cargos partidistas prácticamente toda su carrera? ¿Por qué todos los que ahora proponen semejante iniciativa no lo hicieron cuando fueron gobierno?

El Senador Roberto Gil da mucho de qué hablar ahora que no distingue si es juez y parte de la iniciativa ciudadana que pretende reducir el presupuesto a los partidos políticos. Ayer recibió la solicitud pero además le concedió razón y avaló su contenido. 

Lo que nadie se explica es por qué razón si es tan benéfica la propuesta, ¿por qué no la hizo antes el propio Roberto Gil que ha estado en el legislativo y con cargos partidistas prácticamente toda su carrera? ¿Por qué todos los que ahora proponen semejante iniciativa no lo hicieron cuando fueron gobierno?

Bronca por el PEF

Justo cuando todo parecía que saldría bien en el Presupuesto de Egresos 2016 surgió una bronca de última hora. Resulta que la Comisión de Deportes que preside Pablo Gamboa está que arde de coraje porque le movieron a las asignaciones que ellos mandaron a la Comisión de Presupuesto. 

Los movimientos aparentemente no son menores y provocaron la molestia tanto del preaidente de la Comisión como de los integrantes de otros partidos. 

Hasta el cierre de esta edición la muina de los legisladores estaba en el límite y amenazaban con renunciar a sus cargos dentro de la comisión para evidenciar la intransigencia –según ellos– de sus compañeros de la que es en estos días la máxima comisión. 

Habrá que estar atentos a ver si esto no se convierte en un obstáculo para la aprobación tersa que tenían contemplada para la tarde de este jueves.

La rifa del tigre

Héctor Astudillo ya se dio cuenta del tamaño de la responsabilidad que tendrá que afrontar para gobernar el estado de Guerrero. Ya dijo que lo que encontró al llegar fue violencia. 

La verdad es que nadie en Acapulco, Chilpancingo, o en los municipios de la Costa Chica puede tomar la declaración del mandatario como una novedad. Los ciudadanos de esas zonas saben que lo que impera es la violencia. 

Ya que Astudillo está viendo el tamaño del encargo sería bueno que también vaya viendo el tamaño de la estrategia que va a necesitar para contrarrestar la violencia que ahí se vive. Sin duda alguna la nueva administración en Guerrero será muy interesante.

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