¿El #133…?

Los universitarios actuales cursaron sus estudios dentro del contexto de una educación secuestrada por uno de los más execrables líderes políticos de todos los tiempos, como sin duda lo es la señora Gordillo, herencia de Salinas y de Camacho para la frustrante posteridad.

Francisco Martín Moreno Francisco Martín Moreno Publicado el
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Los universitarios actuales cursaron sus estudios dentro del contexto de una educación secuestrada por uno de los más execrables líderes políticos de todos los tiempos, como sin duda lo es la señora Gordillo, herencia de Salinas y de Camacho para la frustrante posteridad.

Los jóvenes deben representar el cambio de estafeta, los vientos revitalizadores de toda sociedad, la evolución, el progreso vinculado a la indignación, la esperanza, la oxigenación, el reemplazo generacional traducido en evolución, además de la inconformidad permanente y constructiva en todos los órdenes de su vida.

Por todo ello debemos aplaudir esta ola de inquietud de jóvenes que se informan, que sueñan despiertos, que se organizan para gritar lo que los medios callan porque no son porros ni acarreados, y los mueve la indignación y la injusticia, una energía vital que las viejas generaciones debemos saludar con alegría dejándonos contagiar con esa sana inspiración que los mueve para construir un México mejor.

Si no están conformes con Televisa porque la consideran manipuladora, tendenciosa y comprometida con intereses políticos propios de un perverso establishment que ya debe desaparecer, que se reúnan en la Estela de Luz y demanden airadamente la apertura informativa y la objetividad noticiosa. Ni hablar.

Si tampoco están de acuerdo con Peña Nieto porque representa la continuación de los regímenes oscurantistas, involutivos y corruptos, y ya no desean ni toleran la imposición del “más de lo mismo”, porque éste ha resultado catastrófico, debemos apoyarlos. Porque si la vida es búsqueda, a nuestros jóvenes les corresponde encontrar nuevos caminos.

Sin embargo, en el movimiento del 68, orquestado por la CIA para derrocar a Díaz Ordaz, aparecieron infiltrados capacitados por Corona del Rosal, quien iba a ser distinguido como el nuevo Pinochet mexicano.

¿A dónde voy con este argumento? Pues a alertar a nuestros jóvenes limpios y puros, que no permitan la presencia de terceros extraños al movimiento.

¿Por qué? AMLO, un auténtico fascista camuflado, experto en la organización de marchas por medio de las cuales enerva a las masas con emociones, y no con razones, un líder político que intentará incendiar “amorosamente” al país si llega a perder otra vez las elecciones, es enemigo de Televisa y de Peña, curiosamente los mismos motivos de protesta que aparecen en las pancartas universitarias. ¿Casualidad?

¿No sería lamentable que si el PRD ya anunció el descarrilamiento de Peña a través de marchas callejeras, los #133 fueran infiltrados electrónicos de AMLO en las redes sociales, y que sean ellos quienes lucren políticamente con este promisorio movimiento estudiantil prostituyéndolo en perjuicio de los estudiantes y de la nación en su conjunto?

Según Homero, la juventud es pronta de temperamento, pero débil de juicio. Espero que los auténticos #132 tengan el juicio necesario para excluir a los posibles #133…

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