Siempre he dicho que en México te enseñan a ser “godín”. En la casa, desde la niñez, te dicen que tienes que trabajar para la mejor empresa, y yo me pregunto: ¿Por qué tiene que seguir siendo así? ¿Por qué nadie se ha preocupado o se ha enfocado por empezar a generar empresarios desde ya?
Es muy importante la educación financiera, que se fomente en las nuevas generaciones la vocación de creer en sí mismos y hacer negocios, de manera lícita y pensando siempre en los demás.
La premisa es igual a crear deportistas de alto rendimiento o a tener artistas exitosos en una sociedad, es completamente lo mismo.
Ser empresario no es fácil, tienes que seguir estudiando y seguir trabajando, como en cualquier profesión. Todas las actividades de la vida requieren dedicación, sobre todo, si uno se plantea ser excelente en alguna rama.
Si quieres seguir siendo el mejor deportista de alto rendimiento tienes que trabajar fuerte, para ser un buen artista tienes que trabajar en ello. Pero hay algo innegable, se requiere tener educación en materia de negocios, sea cual sea tu disciplina, por eso subrayo que es importante darle prioridad a este tema e implementarlo en el sistema educativo de México.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de julio 2021 es muy puntual, son 7.5 millones de mexicanos quienes “se declararon disponibles para trabajar, pero no llevaron a cabo acciones al respecto, por lo que se constituyen en el sector que eventualmente puede contribuir en el mercado”.
Además, la educación debe complementarse en casa, es necesario hablar de dinero en la familia, enseñarles a los más pequeños a utilizar sus recursos, dejarles claro que pueden recibir ingresos de diferentes fuentes y decirles que pueden emprender para crear riqueza y, a su vez, instruirlos en gastar de forma responsable. Eso les dará más herramientas para la vida adulta.
La escuela y la casa son un complemento. La educación tiene que ser un 50 y 50 por ciento. En la escuela puedes dar unos valores, pero deben complementarse en casa. Dicho de otra forma: “la teoría sirve, pero el ejemplo arrasa”.
Un ejemplo de ello es lo que fomentamos en Foresta International School: no gritar, no juzgar y respetar a la humanidad.
Hay que entender a los niños como unas esponjas que reciben la información y la procesan de manera inteligente, solo hace falta guiarlos. Los niños son muy inteligentes, pero la misma casa y la sociedad van frenando y limitando su potencial, hacen que dejen de pensar sobre lo que deben hacer en el día a día para salir adelante de una manera más holgada.
Y una de esas opciones es pensar en hacer negocios. Negocios lícitos que ayuden a la comunidad, que los hagan crecer como seres humanos y que den trabajo a otras personas para que puedan sacar adelante a sus familias.
Empecemos desde ahora a cambiar a estas nuevas generaciones que hoy llegan frescas, podemos ayudar a los próximos ciudadanos desde chiquitos a que rompan con estos miedos al emprendimiento y al manejo del dinero, con una educación sólida.