El crecimiento económico de México es resultado de una serie de factores relacionados con eventos internacionales y consecuencia de la política económica seguida por el actual gobierno.
Las variables macroeconómicas se observan sólidas, ya sea tipo de cambio o crecimiento del Producto Interno Bruto, la inflación (que seguramente este año se encontrará en la meta de inflación del Banco de México) o el desempleo, con una tasa históricamente baja.
Los efectos del buen momentum de nuestra situación económica son parte también de cambios microeconómicos. Empezando con el crecimiento del salario mínimo que se multiplicó en este sexenio. Además, con una política laboral que ha permeado a la industria y los servicios.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su último reporte sobre empleo formal indicó que en noviembre de 2023 el salario nominal promedio de los trabajadores que cotizan creció 10.6 por ciento, que con una inflación a la baja y sentada en 4.32 por ciento en ese mes, el crecimiento del salario real fue de 6 por ciento, permitiendo un incremento en el consumo interno.
En este mismo documento se da cuenta de los datos del empleo formal, que superó los 22.4 millones de personas ocupadas, cifra máxima desde que se tiene registro.
También observamos crecimiento en los salarios del sector informal de la economía, que de acuerdo con el reporte ejecutivo de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, aumentó entre 2020 y 2022 de 22.3 por ciento.
Es cierto, lo mejor sería ver una disminución de la cantidad de empleos informales, pues las condiciones de trabajo tienden a ser más precarias. Sin embargo, la informalidad es un problema estructural de la región y no hay receta fácil para terminarla.
La política laboral ha permeado y hondo en el bienestar de millones de mexicanos, prácticamente se eliminó el outsourcing, se amplió el número de días de vacaciones y está por disminuir la reducción de la jornada laboral.
Todo lo anterior suma para mantener el ánimo y el deseo por una parte de la población para que el proyecto de país actual se mantenga e incluso se profundice.
De encuestas y encuestadoras tenemos abundante información, de esto destaco tres aspectos importantes:
Primero, la distancia entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez prácticamente es irremontable, desde los 17 hasta los 25 puntos.
Segundo, la preferencia de los electores por el proyecto actual va creciendo.
Tercero, mientras más tiempo pasa menos personas piensan votar por la alianza opositora.
En resumen, la situación económica tiene a empresas, familias y gobierno en la senda de crecimiento y bienestar, algo o mucho de esto encuentra su reflejo en el próximo momento electoral.