Lo que ahora sucede es que el subejercicio, los guardados, los recursos invertidos en empresas privadas, y en general, el ejercicio amañado del presupuesto, salió de la SHCP de la mano de Cordero y su fiel escudero Meade. Ya no se compensan faltantes o pagos contra partidas ocultas al Congreso y a la ASF. Los enormes caudales flotan dentro y fuera del país, pero no cambiaron de amo, aunque ellos están ya fuera de la dependencia financiera.
Para sorpresa de todo economista serio, México era el único país donde la gasolina, electricidad y otros insumos básicos para la producción subían incesantemente, mientras la inflación bajaba. Era el único en el que era igual de impactante el cómo se revaluaba la moneda, como la huida furiosa de capitales durante todo el sexenio de Felipe. El único en el que el valor de la reserva de activos internacionales alcanzaba el nivel necesario para mantener el aforo de deuda pública.
Aún hay quien piensa que los predecesores de Videgaray hicieron buena labor, por lo que aconsejan respetar instrumentos, mecanismos y hasta funcionarios, pero las cifras sólo fueron producto de maquillaje, y, por pura inercia, flotan ya los cadáveres contables que no le tocaba reportar a García Luna.
A los de casa, e incluso, a los amargados desplazados de la silla, sorprende como los tricolores han llegado sólo al primer nivel, y, en contadas excepciones, al segundo nivel, pero hacía abajo toda la burocracia continúa pintada de azul bilis.
Cómo esperar cambios benéficos a la población, si los que perdieron por ineptos, continúan en la nómina bajo dos inaceptables premisas, la primera que eran ellos los que hacían funcionar al gobierno, cuando la administración calderoniana, salvo para dar de tiros, jamás encontró el rumbo.
La segunda, que conviene tener pacificados a los apaches de Madero, dejándolos con cheque oficial, ya que sólo así lo apoyan. El resultado es que unos llaman a otros, y sólo, y como en el juego de las sillas, pasan de un lado para ser nombrados en otro. Existen entidades en las que con la llegada del nuevo gobierno, ahora hay más panistas que antes.
Preocupan sobre todo, los operadores financieros, que desde la Subsecretaria de Egresos, la TESOFE, el IMSS, el BANSEFI y la CNBV, anularon toda investigación de desvío de recursos. Aquellos que lograron hacer de México el paraíso del lavado de dinero, en el que se lavaba tanto dinero público como de origen inexplicable.
No, el subejercicio siempre es mala estrategia a la larga, y, ahora, no es instrucción hacendaria, sino argucia para cobrar a la mala por proceder al pago de los adeudos. Dormir con el enemigo, nunca ha sido sano.