Dos extranjeros en México
Quadri ya lo dijo. Admitió que está “aburrido” de la dinámica de ser candidato presidencial de Nueva Alianza... aburrido, pero no cansado, aclaró.
Muchos de nosotros sí estamos aburridos, y también cansados. Y no solo de él. De los cuatro aspirantes. Ya no queremos más sonrisas de JVM, ni más copetes de EPN ni más cátedras de Quadri ni más serenidad de AMLO. Y eso que todos sabemos que uno de ellos ocupará la silla del Gran Tlatoani después del primero de diciembre.
María Lourdes PallaisQuadri ya lo dijo. Admitió que está “aburrido” de la dinámica de ser candidato presidencial de Nueva Alianza… aburrido, pero no cansado, aclaró.
Muchos de nosotros sí estamos aburridos, y también cansados. Y no solo de él. De los cuatro aspirantes. Ya no queremos más sonrisas de JVM, ni más copetes de EPN ni más cátedras de Quadri ni más serenidad de AMLO. Y eso que todos sabemos que uno de ellos ocupará la silla del Gran Tlatoani después del primero de diciembre.
Sí tuvimos dos protagonistas que saciaron nuestra sed de héroes y tumbas. Porque, como escribió Ernesto Sábato en su mejor obra del mismo nombre, “en la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza.”
Algo de todo eso nos dieron la joven chilena Camila Vallejo y el militar colombiano Óscar Naranjo en estas épocas de tedio electoral. La primera en todo su esplendor mediático y el segundo, por la vía de una oferta hecha por el aspirante presidencial del PRI como su asesor militar en caso de ganar.
Y como todo lo que nos llega allende de nuestras fronteras, nos encanta, pues ambos cayeron de perlas. Aparte del tema que los trajo a nuestro país que, por supuesto, les subió el perfil a ambos y los ubicó en el centro de la atención nacional.
Si tuviéramos que evaluar el papel de los dos, diríamos que Camila salió reprobada. Claro, Naranjo sigue siendo una leyenda. Aún no lo conocemos en carne y hueso.
Sí, ella inteligente, rebelde, joven, carismática y guapa, pero armada de un discurso que, hasta a algunos jóvenes que darían cualquier cosa por tener una cena íntima con ella, les pareció vacío y vacuo. Como del siglo pasado.
Y es que Camila, originaria de la tierra de Pablo Neruda —la economía más desarrollada de Latinoamérica— surgió como líder hace dos años y en meses, el sistema de su país ya la había casi cooptado.
Desde septiembre del 2011, cuando la militante comunista y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, salió con miles a las calles de la capital chilena, ya llegaba de la mano con un gran aliado del sistema de su país.
Se trata de la Central Unitaria de Trabajadores, fundada en septiembre de 1988, considerada la principal organización sindical en Chile, así como la heredera histórica –en cuanto a cantidad de afiliados y papel protagónico– de la Central Única de Trabajadores de Chile, creada en 1953 y disuelta tras el golpe de estado de 1973.
Ahora, se rumora que la joven, quien asegura no haber llegado a México para “dar clases” a los YoSoy132, va de diputada por el Partido Comunista chileno. Mala noticia.
Entra Camila al sistema de su país y Naranjo lo deja —porque “no soy político” —con la esperanza de integrarse a éste. Si gana Peña Nieto, por supuesto. La idea es que Naranjo, como estratega responsable del desmantelamiento de redes del narcotráfico en Colombia, detenga la tragedia que inició Calderón hace unos años.
El legendario militar de 53 años, una leyenda por ser LA autoridad en inteligencia militar en la región, vendría a impedir que más niños mueran en nuestro país. De acuerdo con la periodista Nancy Flores, entre 2007 y 2010, mil 226 menores de edad han muerto en México, cifra que duplica el número de las sentencias contra la delincuencia organizada en ese mismo período de tiempo.
Sin duda esa esperanza ha seducido a muchos en nuestro país. Pero no olvidemos que México no es Colombia.