Por supuesto que no creo en las casualidades en materia política, de ahí que, con el paso del tiempo, he venido observando tal vez con la fantasía propia de nosotros los novelistas, como se utiliza a la prensa para distraer a la opinión pública con problemas menores cuando se ventilan asuntos de verdadera trascendencia nacional.
En los días previos a la reclusión del profesor Mireles, la cabeza del sector de los autodefensas michoacanos, en un penal federal de alta seguridad, de repente se incendió a la sociedad con fotografías y videos en donde aparecía el hijo del ahora exgobernador Vallejo al lado de “La Tuta”, uno de los peores hampones conocidos en la historia moderna de México. Como de lo que se trataba era de encarcelar a Mireles provocando el menor escándalo posible, en su orden, se produce primero la renuncia de Vallejo alegando problemas de salud cuando en realidad se le estaba vinculando a él y a su hijo con el crimen organizado. Acto seguido se da el gran golpe al privar de la libertad a Mireles, cuando la opinión pública se encontraba distraída discutiendo el caso Vallejo. ¿Casualidad?
¿Más? Cuando en la Cámara de Senadores se discutía la tan promisoria reforma energética llamada a cambiar 100 años desperdiciados en razón de la política petrolera suicida de Lázaro Cárdenas, entonces, para volver a distraer a la opinión pública se encontró un pretexto maravilloso en la figura de la tal “Mamá Rosa” que fue encarcelada con los más sorprendentes excesos de fuerza militar y policiaca de acuerdo a su supuesto nivel de escandalosa peligrosidad. Nada más falso. Si bien existían auténticos degenerados y pillos que cometían todo género de excesos con los chiquillos alojados en orfanatorio, y la propia “Mamá Rosa” había convertido las instalaciones en una cárcel disimulada para menores, lo cierto es que se incendió a la sociedad “paradójicamente” en el momento mismo en que se discutía y aprobaba la reforma energética en la Cámara Alta. Los intelectuales –odioso apelativo- al igual que la ciudadanía cayeron en la trampa y se distrajeron con el caso “Mamá Rosa”, un tema de incomparable trascendencia mientras se aprobaban la leyes secundarias de la materia…
Un distractor adicional que de nueva cuenta se utiliza en nuestros días cuando se discute la propia reforma energética ahora en la Cámara de Diputados, es otro video en el que aparece el mismo vástago del exgobernador Vallejo, quien sostiene una charla humorística y divertida con “La Tuta”, el mismo rufián a que hice referencia en los párrafos anteriores. Es evidente que en esta ocasión lo que pretende el Gobierno es volver a distraer a la opinión pública de un asunto toral con el argumento de la supuesta complicidad de Vallejo para encarcelarlo, hacer justicia, caiga quien caiga (jaaaa), por su supuesta relación con el narco, cuando en realidad se está creando una nueva cortina de humo para aprobar una reforma estructural que bien puede cambiar para siempre el rostro de México.
Resulta imposible ignorar que los grandes temas nacionales de innegable trascendencia histórica como la reforma energética se discutió paradójicamente a lo largo del campeonato mundial de futbol. ¿Otra casualidad…? Es claro que los políticos han aprendido a distraer tanto a la prensa como a la opinión pública cuando se debaten los grandes temas de la agenda política.