Dios los agarre confesados
Si no hay otro titubeo de última hora, como el de la semana pasada, la reforma energética será presentada hoy en los Pinos y no el miércoles como lo anunció el coordinador de los diputados priistas Manlio Fabio Beltrones.
De aquí para adelante más le vale al presidente Enrique Peña Nieto y a su gabinete que Dios los agarre confesados, si es que no llegan a convencer a la mayoría de los mexicanos.
Redes de PoderSi no hay otro titubeo de última hora, como el de la semana pasada, la reforma energética será presentada hoy en los Pinos y no el miércoles como lo anunció el coordinador de los diputados priistas Manlio Fabio Beltrones.
De aquí para adelante más le vale al presidente Enrique Peña Nieto y a su gabinete que Dios los agarre confesados, si es que no llegan a convencer a la mayoría de los mexicanos.
Las mayorías podrían salir a las calles a protestar contra la reforma energética y el incremento de impuestos de la reforma fiscal. Si las manifestaciones son grandes, tendrán que irse con cuidado.
Es cosa de recordar cómo le fue a Vicente Fox en aquel abril de 2001, cuando trató de poner el IVA a alimentos y medicinas.
Voto por voto
Saben de dónde vienen, pero parece que no saben a dónde van. De aquel respetable PAN, siempre dividido, pero más o menos ordenado, solo parece haber quedado un puño de nostalgias y moronas.
Y es que el espectáculo del sábado en la XVIII Asamblea Nacional del PAN fue, por decir lo menos, vergonzoso.
Hubo de todo. Gritos, jaloneos, rechiflas, protestas, empujones por guardias de seguridad contratados por Madero, hasta una apresurada votación por aclamación, que seguramente será impugnada.
Y es que era tanta la prisa por que aquello se acabara, que nunca se supo cuántos delegados estaban a favor, cuántos en contra y mucho menos cuántos se abstuvieron.
Si no conocieron estos datos simplemente es imposible determinar si hubo o no la mayoría calificada del 66 por ciento. No basta que Gustavo Madero diga que eran muchos más los que votaron por el SÍ, que por el NO.
La votación fue tan rápida y tan clara la consigna de Madero, que a Marko Cortés, quien conducía la votación, se le olvidó hacer la pregunta de rigor, para saber cuántos panistas estaban en contra, y mucho menos cuántos se abstenían, según lo señaló el senador panista Fernando Torres Graciano, quien además fue expresidente del CDE de Guanajuato.
Divididos como siempre
Aunque habrá que reconocer que esta vez las tribus perredistas resultaron mejor portados que los panistas, también tuvieron una Asamblea convulsionada.
Lo menos que sus correligionarios le dijeron a los llamados Chuchos fue que eran empleados al servicio Enrique Peña Nieto.