Nombre irónico, ya que desde ahí pensaban chantajear al gobierno en turno, a cambio de aprobar las reformas que jamás supieron, pudieron o quisieron escribir. Ante el cordericidio, Nava no se sale del guión armado, sin darse cuenta que los ingresos no le cuadran, para explicar los excesos en que incurrió durante una década.
No litiga ante la justicia mexicana, los testaferros allá son cómplices, no excluyentes de responsabilidad.
Se defiende, pero no aclara que gracias a su torpe propuesta para que se firmara un pagaré por parte del Sindicato, el famoso pemexgate se quedó sin sustancia penal, ocasionando la exoneración del líder sindical que supuestamente tanto atacan los azules, y, no aclara, que su brillante idea consistió en que con cargo a cuotas sindicales se cubriera el quebranto. Sí, con lesión a más de cien mil trabajadores. No sólo Elba hizo su agosto en la era calderonista.
Tampoco aclara si se apoyó o no en amigos de Jalisco, no sólo para obstaculizar el cobro a la Mexicana de Lubricantes, sino para alcanzar acuerdos con sus contrapartes en esos arbitrajes, que se perdían por una y mil torpezas, de esas que no suenan lógicas. Ahora dirá que su alter ego, Soriano Rosas, fue el que ideó el convenio administrativo, por el que le se entregaron 4 mil millones de pesos al Sindicato, por conceptos surgidos de su rica imaginación. El único error de Muñoz Leos fue no identificar a un mentiroso cuando lo tenía enfrente y menos darse cuenta que su especialidad era mandar a otros a firmar.
Su primitiva preparación jurídica, no le hace advertir que los mecanismos por él propuestos eran ilegales, y, por eso, tuvieron que descarrilar una averiguación previa que lo involucraba a él y a su socio, Suárez Coppel, para poderlo nombrar director de la paraestatal y así tapar el mugrero.
Ya que dice contratacar, que dé luz sobre cuánto pagó por ISR al adquirir un inmueble en un precio ridículo, así como que desmienta que no pactó tan ventajosa operación con personas vinculadas al sector energía. El pagar ahora, sólo podrá ser materia de otra concertacesión felipesca.
A menos que el sueldo de presidente del PAN sea multimillonario hay más ceros de lo normal, entonces ¿Qué interés tocó a favor del país?
Al toro por los cuernos, al panista, lejos de la comisión de justicia del Senado y de aquellos que negociaron puestos judiciales con él.
Vega y los terrenos de Lázaro Cárdenas, con o sin gasolineras, Gil y su extraña relación con el ex tesorero del SME y los casineros, Lozano y el tendido de fibra óptica neoleonesa, son dignos pares de Cordero, quien parece algún día explicará el desvío de dinero público a empresas privadas, allá, por las puertas de atrás, llamadas disponibilidades.
Quien lo haya visto, sabe que hasta los roedores acorralados gruñen más por necesidad, que por estrategia.