Dicen que la historia se recicla…
Justicia tardía, es injusticia o simplemente no es justicia.
Han transcurrido 24 días de los hechos violentos ocurridos en Ayotzinapa, Guerrero, en los que policías convertidos en sicarios asesinaron a mansalva a seis estudiantes normalistas, más de 20 resultaron heridos y hasta el momento hay 43 desaparecidos.
El recuento de los daños es grave:
Ángel Heladio Aguirre Rivero, el sábado anterior recibió el espaldarazo de la dirigencia del PRD, encabezada por Carlos Navarrete y por quienes mecen la cuna en el perredismo, Jesús Ortega y Jesús Zambrano (a) “Los Chuchos”.
Continúa en el cargo, porque no pueden perder el multimillonario presupuesto que maneja el gobierno guerrerense, cuando estamos a 10 meses del proceso electoral para gobernador y diputados federales.
En este y en otros casos, el dinero tiene mejores dividendos que la aplicación de la justicia por la pérdida de una o varias vidas humanas. Es la política a la mexicana.
José Luis Abarca Velázquez, exalcalde de Iguala, junto con su esposa, huyó y parece que se lo tragó la tierra, pues no hay indicios por ningún lado de esta expareja municipal.
Felipe Flores Velázquez, secretario de Seguridad Pública de Iguala, también emprendió la huida.
Lázaro Mazón renunció a la Secretaría de Salud del gobierno del estado. Padrino político de José Luis Abarca Velázquez, el doctor y excolaborador de Aguirre Rivero, simplemente obedeció la orden para no hacer más escándalo y dejó el cargo.
Lo que sigue en el guión de “El Infierno” en Iguala, es material para otra película de Luis Estrada. Y es que el suplente de José Luis Abarca, como alcalde, recae en Luis Mazón, hermano del renunciado titular de Salud, Lázaro Mazón, a la vez, protector del exedil Abarca Velázquez ¿alguien entiende lo que ocurre en el estado de Guerrero, donde hay innumerables complicidades?
Silvano Aureoles, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, haciendo méritos para convertirse en candidato del PRD al gobierno de Michoacán, acorde a la irracionalidad que campea en varias entidades del país y para proteger a Ángel Heladio, abrió la bocaza para exponer su preocupación por la tendencia al centralismo en el país y dejó entrever que la caída del gobernante en Guerrero, significaría un “retorno al porfiriato”.
Con este tipo de argumentos no estaría mal que Silvano Aureoles, promoviera ante el Papa Francisco la beatificación o canonización de Ángel Heladio, José Luis Abarca Velázquez y Lázaro Mazón; y ya entrados en gastos, el Silvano de marras, aprovechando su cargo, podría descalificar y criminalizar a los normalistas ejecutados, heridos y desaparecidos. Estos son los restos podridos del Partido de la Revolución Democrática, que se fundó el 5 de mayo de 1989.
La neoizquierda en México de pronto olvidó los cerca de 600 perredistas fallecidos en varios sexenios. De este episodio, pocos recuerdan a la entonces dirigente izquierdista Rosario Robles (hoy titular de la Secretaría de Desarrollo Social), cuando se presentó en la Fiscalía Especial para entablar una denuncia por los 300 asesinatos cometidos en el sexenio de Carlos Salinas.
Pero mientras se definen los arreglos para darle una salida política, como se acostumbra en estos casos, a un problema de tal magnitud, y se reacomoda el rompecabezas entre los partidos políticos (PAN, PRI y PRD) que provocó la irracionalidad de una autoridad municipal, que devino en la tragedia de los jóvenes de Ayotzinapa, miles de estudiantes y gran parte de la sociedad civil han iniciado movilizaciones para exigir justicia.
Más grave aún, es la información proveniente de la región de Iguala, donde a medida que el tiempo transcurre, se encuentran más fosas con restos humanos.
El 6 de octubre, se descubrieron nueve fosas, donde se encontraron 28 cuerpos calcinados. A más de un mes de ello, hasta ahora se han localizado 19 en total.
Según la PGR, a través de Jesús Murillo Karam, los restos humanos no corresponden a los estudiantes desaparecidos. Entonces… ¿De quiénes son? ¿En dónde están los 43 normalistas desaparecidos? ¿Se volatilizaron?
Todos vieron cómo se los llevaron. Muchos atestiguaron en que se los llevaron. Todos saben quiénes los secuestraron.
Y aún no hay respuestas, tampoco todos responsables.
El premio mayor, por 43 desaparecidos, seis muertos y más de 20 heridos, lo obtuvo Ángel Heladio Aguirre Rivero, pues continuará manejando discrecionalmente el presupuesto estatal un año más.
Lo ocurrido en la reunión de los perredistas, donde le salvaron el pellejo por el momento a Ángel Aguirre, ya no extraña a nadie ni en México ni en el extranjero.
Van unos antecedentes:
Rubén Figueroa Alcocer fungía como mandatario guerrerense. Fue el 28 de junio de 1995 cuando en el vado de Aguas Blancas la policía motorizada de ese estado disparó contra miembros de la Organización Campesina de la Sierra Sur; el resultado, 17 campesinos murieron; meses más tarde Figueroa renunció al gobierno y fue relevado por Ángel Heladio Aguirre.
El 22 de diciembre de 1997, en Acteal, Chiapas, fueron atacados por un grupo paramilitar indígenas tzotziles que se encontraban orando en el interior de una pequeña iglesia de la localidad; el saldo, 45 muertos.
En ese año, el secretario de Gobernación era Emilio Chuayffet, hoy funge como titular de la SEP; después de los hechos de Acteal, Chuayffet fue destituido por el presidente Zedillo.
Julio César Ruiz Ferro era el gobernador de Chiapas; hoy vive tranquilamente en el retiro.
El 12 de agosto del 2009 la mayoría de ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, amparó y ordenó liberar a los 26 indígenas que fueron culpados de la matanza de Acteal.
Ulises Ruiz Ortiz fue gobernador de Oaxaca del 2004 al 2010; durante el 2006 y el 2007 desató una represión contra la Sección 22 de la CNTE y la población que integró la APPO; el saldo, según la La Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos (CCIODH), fue de 26 muertos; transcurridos 7 años, hay dos desaparecidos.
Actualmente Ruiz Ortiz es delegado del Partido Revolucionario Institucional, PRI, en el estado de Quintana Roo, gracias a la amistad que tiene con el mandatario Roberto Borge Angulo.
Eduardo Bours gobernaba Sonora cuando en 2009 se registró un incendio en la Guardería ABC, siniestro que provocó el fallecimiento de 49 niños y 76 heridos. Sus edades oscilaban entre los 5 meses y los 5 años; los 19 funcionarios involucrados fueron exonerados; Bours continúa en sus actividades empresariales.
Juan Francisco Molinar Horcasitas, exdirector del IMSS, fue acusado de negligencia, pero fue exonerado por la a SCJN.
Rafael Moreno Valle, otro ejemplo
Y si hasta el momento, en Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero ya la salvó, lo mismo se puede afirmar del poblano Rafael Moreno Valle, quien seguirá como huésped de Casa Puebla, pese a que la opinión generalizada coincide en que abandone el cargo y, por supuesto, esa entidad.
Más represión en la tierra de Aquiles Serdán:
Como ladrones, en la madrugada, apenas el pasado 18 de octubre a bordo de 14 vehículos sin logotipos, el brazo armado de (léase policías) de Moreno Valle, literalmente asaltaron la población de San Bernardino Chalchihuapan.
Como ladrones, vestidos de negro, con pasamontañas y armas largas derribaron puertas, rompieron chapas y ventanas.
Como fuerzas paramilitares, en medio de golpes y empujones, los habitantes, niños mujeres y ancianos, fueron encañonados y sin documentos judiciales de por medio, secuestraron a cinco personas.
Los detenidos, perdón, secuestrados, son: Álvaro García Xelhua, Florentino Tamayo Ponce, Raúl Contreras Montes, Fausto Montes García, Vicente Juárez Valera.
Esto es una parte de la “Ley Bala”, aprobada por un congreso servil al aspirante panista a la Presidencia de la República.
¿Prácticas de Díaz Mori (porfiriato) en Puebla? ¿Costumbres de Díaz Ordaz?
Sí, lo creemos.
La actuación de estas fuerzas paramilitares, porque no pueden llamársele de otra manera, fue para “cumplimentar” una Recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, con la cual se buscaba a los responsables de la muerte del niño José Luis Tehuatlie Tamayo y de las 100 personas que resultaron heridas durante la represión de julio de este año.
Lo que omitió el boletín de los empleados del mandatario poblano, es que para la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el único responsable de la muerte del niño Tehuatlie Tamayo y de los 100 heridos, es el mismo gobierno de la entidad.
No habría estado mal que esas fuerzas paramilitares o seudo-policías, hubieran allanado de la misma forma la Casa Oficial donde duerme tranquilamente el gobernador.
Habría que imaginar a Rafael Moreno Valle como huésped de Los Pinos. Su slogan de gobierno sería: “Estás conmigo o estás contra mí, escoge bien, mexicano”.
Díaz Ordaz y Díaz Mori, aplaudirían.
Cámara de diputados y senadores ¿socios del silencio?
Por un hecho tan grave como el de Ayotzinapa, considerado un crimen de Estado, las Cámaras de Diputados (Manlio Fabio Beltrones a la cabeza) y de Senadores (Emilio Gamboa Patrón, el coordinador), como tales han emitido un tímido pronunciamiento más o menos para llenar un requisito. Hasta ahí.
Aureoles con sus tonterías; Barbosa, con su mezquindad; Jorge Luis Preciado, con sus intereses; José Isabel Trejo, con su ineptitud; Manlio Fabio, con su proyecto a corto plazo; y Gamboa, con los intereses de siempre (la morralla legislativa no cuenta) ¿se habrán convertido en los socios del silencio de todo lo que acontece en Guerrero, Puebla, Oaxaca, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, el Estado de México y Michoacán?
Ahh, también nombraron una Comisión Investigadora de los Asesinatos y Desapariciones de los Normalistas, a cargo del panista Guillermo Anaya Llamas.