En definitiva, si quieres dar el enganche para un departamento o cubrir una meta importante con una buena cantidad de dinero, tienes que “desengancharte”.
Hay muchos productos que resultan bastante atractivos y tentadores, como un buen café, una buena comida en un sitio caro, un exclusivo transporte o aquel servicio de streaming que te deja muchas horas de entretenimiento, pero nada de provecho económico.
Si bien nos han dicho muchas veces que el ahorro es una buena conducta, que sin duda lo es, hoy es importante entender a éste como una estrategia de diversificación. Es decir: que haya más fuentes de ingreso además de tu trabajo.
Yo soy de la idea de generar. Si tú no generas dinero día a día, por más que quieras ahorrar, no lo vas a tener. En cambio, si generas, puedes juntar para el enganche de un departamento en un tiempo, digamos, en el lapso de un año, pero es importante comenzar a provocar otros ingresos de diferentes lugares y no solo de tu salario, que puede ser vendiendo cosas por internet o entre conocidos.
En principio, revisa las cosas que tienes en casa y que dejaste de utilizar y alguien puede sacarles algún provecho. Un taladro que utilizaste una vez o una máquina grabadora de objetos que tiene tiempo que desconoces hasta cómo se enciende. Comienza por ahí y después vende otras cosas.
Lo importante es que consolides en tu mente la idea de generar. Que no sea solo guardar el 10 por ciento de tu salario actual, sino que puedas ir hacia delante sin tener un límite más que tú mismo. Ten paciencia.
Otra parte fundamental está en reducir los gastos superfluos. Las cosas que resultan innecesarias a veces son las que más nos hacen desembolsar dinero. Estoy completamente de acuerdo en que se puede ahorrar mucho cuando se dejan de consumir algunos productos de alto valor comercial pero que en realidad son un lujo, como el café o productos de algunas panaderías y tiendas de alta gama. Los llamados “gastos hormiga” que se devoran todo.
Insisto: Soy partidario de la filosofía de generar, más que la de ahorrar, y de generar para invertir. Una buena inversión, en principio, puede ser dejar de pagar renta y adquirir un lugar propio para ti y tu familia.
Échale lápiz y verás que es bastante posible, pero se trata de fomentar un hábito, una forma de pensar y de actuar que te permita obtener resultados.
Lo del enganche de una casa es solo un ejemplo. Quizás tu objetivo sea poner un negocio, comprar maquinaria para emprender algún proyecto, adquirir un terreno y hacer viviendas para rentarlas. Todos nuestros sueños son diferentes, pero lo importante es siempre tenerlos en cuenta.
Todo lo demás será perseverancia y mucho esfuerzo. En ninguna parte de esta columna se menciona que es algo sencillo, sino posible.
Un buen punto de partida es “desengancharse” para poder dar el enganche.
