Anna Wintor, editora en jefe de la revista Vogue, ya sabes una de las mujeres más poderosas e influyente del mundo de la moda dijo en alguna ocasión: “Crea tu propio estilo… déjalo ser único para ti pero al mismo tiempo identificable por los demás.” ¡Fan de Anna y el quote!
Pero primero a lo primero ¿No crees? La RAE (Real Academia de la Lengua Española) define el estilo como “uso, práctica, costumbre, moda“. ¿Y esto realmente qué significa? Pues que el estilo es la forma o modo, por ejemplo, en el que usamos las prendas o accesorios, nos expresamos, viajamos, compramos, comemos, trabajamos, divertimos, etc. Finalmente el estilo es la expresión de nuestra individualidad, es decir, lo que nos hace ser únicos y diferencia del resto.
O sea no es comprar algo de moda y ya por eso jurar tener un súper estilo ¿Me explico? Va mucho más allá de eso. Es el cómo lo usas y para qué.
Un poco de historia. Hace más de 20 años aproximadamente dos americanas consultoras de imagen, Alyce Parsons y Diana Parente, escribieron un libro llamado “Estilo Universal: Vístete por lo que eres y lo que quieres”, en el cuál desarrollaron una teoría que describe siete estilos universales distintos y por lo tanto, reflejan diferentes aspectos de la personalidad: natural, tradicional, romántico, elegante, creativo, seductor y dramático.
Cada uno de nosotros pertenecemos a un estilo, aunque claro que es posible tener combinaciones de dos (uno puede ser más dominante que el otro), lo que hace que nuestra apariencia sea mucho más versátil. Todos los estilos comunican algo en particular, tienen sus fortalezas y también sus riesgos. Ninguno es mejor otro.
Un primer paso para determinar cuál es tu estilo, es armar un collage con recortes de todo aquello que te gusta: prendas, accesorios, zapatos, joyería, looks de celebrities o artistas, peinados, cortes de cabello, colores, estampados y texturas. Esto ayuda muchísimo si andamos un poco perdidos en ese tema y además, bueno, pues sirve de inspiración.
Lo siguiente es encontrar tu estilo:
1. Natural. Visten cosas súper cómodas y muy funcionales, o sea jamás se complican. Tipo jeans, t-s hirts, tenis, pants, sudaderas, playeras polos, entre otras. Las mujeres prácticamente se maquillan nada. Las fortalezas de este estilo son accesibilidad y diversión. El riesgo es ser percibido como fachoso y desarreglado.
2. Tradicional. Utilizan prendas cero arriesgadas, es decir, sobrias y clásicas. Los accesorios son discretos y sencillos. De hecho pocas veces van de shopping y tienen ropa que la compraron muchísimo tiempo atrás. Las fortalezas son madurez y seriedad. El riesgo es verse anticuado o aburrido.
3. Romántico. Gustan de los colores claros, pasteles, encajes, holanes, estampados como cuadros o rumbos y que todo combine en su outfit. La fortaleza es que inspira confianza (son sensibles, bondadosos, amables y gentiles) y favorece la interacción personal. El riesgo es verse cursi.
4. Elegante. Identificamos a quienes usan ropa con cortes clásicos, de talle perfecto elaboradas con fibras de súper mega calidad. Todo en su apariencia es bien cuidado, muy pulcro y siempre están impecables. Las fortalezas son que generan admiración, confianza y distinción. El riesgo es verse inaccesible.
5. Creativo. Les gusta ser diferentes, por lo que se ponen cosas únicas, originales, raras o vintage. En cuanto a los zapatos, generalmente son de formas inusuales. Las mezclas de texturas, estampados y colores son su máximo reto y pasión. Las fortalezas son la creatividad e individualidad. El riesgo es verse ridículo.
6. Seductor. Cuidan mucho de su cuerpo y prefieren utilizar materiales flexibles y transparentes como telas en nylon, elásticas, entre otras. En general les gustan las prendas ajustadas y entalladas. Las fortalezas son confianza en sí mismos y atraen al sexo opuesto. El riesgo es verse vulgar.
7. Dramático. Identificamos a quienes les encanta vestir con ropa exagerada, es decir de mucho volumen o de cortes geométricos y asimétricos muy marcados. Los accesorios y zapatos son grandes, modernos y llamativos. Las fortalezas son sofisticación y experiencia. El riesgo es ser percibido como agresivo.
Una vez identificado tu estilo, nada en tu apariencia deberá ser casualidad. Recuerda que para ser hay que parecer. Pregúntate todos los días: ¿Qué quiero comunicar como mi look?
Y me despido con otro de mis quotes favoritos: “¿Por qué cambiar? Cada uno tiene su propio estilo. Cuando lo encuentres, apégate a él” – Audrey Hepburn.
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