Para mí, lo más importante es la familia.
Es el combustible que me anima a lograr y superar mis objetivos, a emprender nuevas cosas, a iniciar nuevos negocios; sin embargo, es necesario tener un pasatiempo, como hacer ejercicio o meditar, para mejorar la toma de decisiones antes de iniciar un negocio.
Hay que olvidarse tantito de las cosas y cargar energía para regresar con todo.
Hace dos años que encontré la meditación y me ha cambiado la vida por completo, por eso he tratado de compartirlo con mucha gente. Por otra parte, el hockey es un deporte que me ayuda a estar conmigo mismo, ya que, normalmente, fuera de mis actividades laborales, estoy con mi familia.
El hockey es ese espacio en el que disfruto mucho, que es solo para mí, y creo que todos necesitamos esa inyección de energía y vitalidad, cada quien encuentra su pasatiempo tarde o temprano, por eso recomiendo: Todos debemos buscar ese espacio o actividad que nos haga sentir bien.
Puede ser andar en bicicleta, practicar baile de salón, usar la patineta, cantar rap, tocar la guitarra o cualquier otro instrumento musical, etc. Hacer cualquier cosa que nos ayude a desenfocarnos un poco para ayudarnos a regresar con más ánimo y gran posibilidad de concentración para lograr nuestros objetivos y tener mejores resultados.
También estoy acostumbrado a agradecer todos los días por la oportunidad de vivir. Tengo el hábito de tomarme un tiempo para agradecer a Dios y a la vida. Por ejemplo, en este momento les agradezco a todos ustedes, mis lectores, que se tomen el tiempo de consumir estas líneas. Ojalá que de algo les sirvan mis palabras.
Y, por raro que parezca, esta idea de agradecer y de dedicar un tiempo de calidad para la familia nos ayuda a emprender un negocio.
Es muy importante cargarse con la energía que nos da la familia y los ratos tan agradables que podemos pasar juntos. La familia entendida como lo que sea, hoy existe una gran diversidad de géneros, pero lo que se mantiene igual es el nexo, de cariño y amor, con la pareja, con nuestros hijos, primos, y hermanos, a los que dedicamos nuestros triunfos, sean grandes o pequeños.
Por eso, para mí, la familia es lo más importante. A eso me refiero cuando hablo de desconectar para conectar.