El inicio de un nuevo gobierno siempre viene cargado de expectativas, promesas y, sobre todo, esperanza.
En México, este 1 de octubre, la doctora Claudia Sheinbaum asumirá la Presidencia de la República, y con ello, la enorme responsabilidad de liderar un país que anhela con la continuidad de cambios significativos.
Entre los múltiples retos que enfrentará, el sistema de salud destaca como una prioridad ineludible.
Los primeros 100 días de su gobierno serán cruciales para establecer un rumbo claro y generar confianza entre los ciudadanos que depositaron su confianza en ella.
La noción de los primeros 100 días tiene un origen histórico fascinante. Napoleón Bonaparte, al regresar de su exilio en la isla de Elba, intentó recuperar el poder en Francia durante un periodo que va del 20 de marzo al 8 de julio de 1815, conocido como Les Cent-Jours (los 100 días).
En tiempos modernos, esta idea se popularizó durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt en Estados Unidos, quien, en plena Gran Depresión, implementó una serie de reformas rápidas que estabilizaron la economía y recuperaron la confianza pública. Desde entonces, los primeros 100 días se han convertido en un estándar para evaluar la efectividad inicial de un gobierno.
Primeras acciones de Sheinbaum
La doctora Sheinbaum, al asumir el cargo, enfrentará la compleja tarea de mejorar el sistema de salud y no defraudar a los 36 millones de mexicanos que votaron por ella.
Sus primeras acciones en el ámbito sanitario durante los primeros 100 días se enfocarán en cuatro áreas clave: vacunación, suministro de medicamentos, atención a la primera infancia y el ambicioso programa “Hoy por ti, mañana por mí”.
Este último programa promete ser una extensión federal del programa “Salud en tu casa” de la Ciudad de México, cuyo objetivo es llevar atención médica y medicamentos gratuitos al hogar de los adultos mayores.
Este enfoque busca garantizar que aquellos que más lo necesitan, y que muchas veces son los más vulnerables, reciban la atención adecuada sin tener que enfrentar las dificultades de trasladarse a un centro de salud, sin embargo, este programa en la Ciudad de México ha tenido sus “claroscuros”.
La implementación de este programa plantea desafíos significativos. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población, en México hay cerca de 11 millones de personas mayores de 65 años.
Si la elegibilidad se basa únicamente en la edad, la cantidad de recursos humanos necesarios para ofrecer una visita médica mensual es inmensa.
Basándonos en el programa actual de la Ciudad de México, cada médico y enfermera tiene que realizar 880 consultas anuales, cuatro diarias en 220 días laborables (Secretaría de Salud de la Ciudad de México, 2023), lo que requeriría alrededor de 137 mil médicos y 137 mil enfermeras para los 11 millones de la población objetivo. ¿Dispone el país de este personal sanitario?
Criterios de elegibilidad
Además, aún no se han establecido claramente los criterios de elegibilidad.
¿Se incluirá a todos los adultos mayores de 65 años?, ¿solo aquellos sin acceso a la seguridad social?, ¿o aquellos que no puedan acudir a una consulta por razones físicas o geográficas?
Durante sus primeros 100 días, el gobierno de Claudia Sheinbaum llevará a cabo un censo para determinar estos criterios de elegibilidad, por lo que estas preguntas son cruciales ya que delinearán el verdadero alcance y viabilidad del programa para que inicie en enero.
Es innegable que en un gobierno de izquierda se busca ampliar el acceso a los servicios de salud, especialmente para los grupos más vulnerables, como los adultos mayores.
Este compromiso refleja la garantía del Estado de proporcionar salud como un derecho humano.
Sin embargo, la viabilidad financiera y logística de tales iniciativas debe ser cuidadosamente analizada para asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
La tarea primaria de la política es la esperanza depositada por los votantes, por lo que los resultados que se obtengan de “compactar el futuro” de seis años en los primeros 100 días puede legitimar o deslegitimar a un gobierno.
La administración entrante deberá mostrar rapidez, eficacia y sobre todo, un profundo compromiso con los ciudadanos para asegurar que cada acción tomada en los primeros días siente las bases para lo que debe ser un mejor sexenio en materia de salud.
Los resultados obtenidos no solo marcarán el éxito o fracaso inicial de este programa, sino que también establecerán el tono para los cambios estructurales después de estos primeros 100 días.