Desafíos en la conservación del río Pesquería
El relleno del cauce del río Pesquería con escombros y desechos altera drásticamente su hábitat natural y aumenta el riesgo de inundaciones en temporadas de lluvias intensas
Antonio Hernández RamírezLos impactos ambientales que afectan al río Pesquería varían significativamente según la zona de su curso. Desde la alta contaminación de sus aguas debido a descargas industriales y de drenaje sanitario en toda la Zona Metropolitana de Monterrey, hasta la urbanización de sus riberas, el acopio ilegal de residuos y basura de todo tipo, así como el relleno de su cauce con escombros en otras regiones. Estos daños ponen de manifiesto los desafíos ambientales que enfrenta el río a lo largo de su recorrido.
La contaminación de las aguas del río Pesquería es el resultado de la acumulación de descargas del drenaje sanitario de los asentamientos humanos que han surgido en los últimos 25 años al oeste de Monterrey, abarcando incluso las zonas del norte en los municipios de General Escobedo, Apodaca y Pesquería. Este conjunto representa una de las fuentes principales de contaminación de las aguas, generando un efecto pernicioso que no se limita únicamente al espacio metropolitano de la capital de Nuevo León. De hecho, sus repercusiones se extienden a tal grado, que incluso áreas rurales ubicadas a cientos de kilómetros de distancia se ven afectadas, ya que la contaminación de los acuíferos provocada en este río se hace sentir en municipios como Los Herreras o Doctor Coss, al este de Nuevo León, impidiendo que sus habitantes puedan consumir el agua de las norias de manera segura, debido a la contaminación asociada a esa corriente.
La industria automotriz de origen coreano que se ha establecido en el municipio de Pesquería, también ha contribuido a la contaminación del río. Se tiene constancia de operaciones de reciclaje de motores, en las cuales las aguas residuales del lavado de estos motores son vertidas directamente al río Pesquería, sin previa descontaminación. Esta práctica provoca la introducción de grasas, aceites y combustibles en el ya contaminado cauce, agravando aún más la calidad del agua y sumándose a los problemas ocasionados por el drenaje urbano.
Además de la contaminación del agua, las riberas del río Pesquería también sufren los efectos perjudiciales del depósito de diversos materiales de construcción en su entorno. Esta práctica consiste en arrojar escombros y desechos para rellenar el cauce, con el fin de ganar terrenos para asentamientos humanos o caminos. Sin embargo, esta acción tiene consecuencias negativas, porque el relleno del cauce altera drásticamente el hábitat natural del río y aumenta el riesgo de inundaciones en temporadas de lluvias intensas.
Si bien las acciones emprendidas por el Gobierno de Nuevo León en los últimos tiempos para reducir la contaminación causada por residuos en el río Pesquería son un paso en la dirección correcta, deberían ser consideradas apenas como el inicio de lo que debería ser una iniciativa de saneamiento integral para el principal río de la Zona Metropolitana de Monterrey. Enfrentar de manera efectiva este desafío requiere de una coordinación exhaustiva entre todos los niveles de gobierno, con un liderazgo sólido desde el ámbito federal, encabezado por la Comisión Nacional del Agua.
Una parte fundamental de la solución radica en la transparencia y el acceso a la información. Sería sumamente beneficioso que el estudio para el saneamiento del río Pesquería, elaborado por la Universidad Autónoma de Nuevo León y financiado por los gobiernos municipales de General Escobedo, Apodaca, Monterrey y Pesquería, se diera a conocer públicamente. Esta evaluación es una herramienta valiosa que puede proporcionar una visión clara de la situación actual y los desafíos que enfrenta el río. Difundir sus resultados permitirá a la comunidad y a las autoridades comprender sus alcances y las acciones necesarias para abordar de manera efectiva la contaminación y la preservación del río Pesquería.
Twitter: @tonyo_hernandez