Deificación y satanización en el sistema político
¿Cuándo se deifica? ¿Cuándo se sataniza?... Es cuestión de tiempo.
Apenas la semana anterior hubo una serie de homenajes oficiales para conmemorar los 100 años del natalicio del escritor y Premio Nobel 1990, Octavio Paz (México, D.F. marzo 31 de 1914).
Con este muy buen pretexto, las autoridades dejaron sentir que en algunos niveles de gobierno hay mucho interés por promover y fomentar la cultura.
El Faraón¿Cuándo se deifica? ¿Cuándo se sataniza?… Es cuestión de tiempo.
Apenas la semana anterior hubo una serie de homenajes oficiales para conmemorar los 100 años del natalicio del escritor y Premio Nobel 1990, Octavio Paz (México, D.F. marzo 31 de 1914).
Con este muy buen pretexto, las autoridades dejaron sentir que en algunos niveles de gobierno hay mucho interés por promover y fomentar la cultura.
Que las políticas públicas se han convertido en política de Estado, la cual tiene como eje prioritario que el mexicano aumente a 50 el promedio de libros que anualmente lee, dejando atrás la adicción por la caja idiota. Esto fue nada más por unas horas o días y, al final, la pompa de jabón reventó.
Para entender o explicar lo que somos y cómo somos, de entrada las voces oficiales tienden deificar a los muertos, a convertirlos en héroes en tanto no representen un riesgo para los poderes fácticos y/o satanizar a quienes en vida se convierten en adversarios o potenciales enemigos del establishment.
Sujeto u objeto de fiestas por el aniversario de los 100 años de su natalicio, es indispensable recordar al Premio Nobel de Literatura 1990, con algunas de sus frases:
“La conjunción del exagerado crecimiento demográfico y del centralismo político y económico es explosiva. El centralismo, sea la forma de monopolios capitalistas (nacionales o extranjeros) o en la forma de monopolios estatales, agudiza las enormes diferencias que separan a los mexicanos y hacen de cada clase social un mundo aparte, una plaza fuerte, y de cada individuo una planta espinosa. A su vez, el crecimiento demográfico puede paralizar nuestro modesto desarrollo económico y convertir a la Ciudad de México, por ejemplo, en otra y más vasta Calcuta. Aunque con lentitud desesperante, nos encaminamos hacia formas políticas más democráticas. La demografía puede paralizar también este proceso. Cierto, tenemos el petróleo. Puede aliviar nuestros males, no curarlos. Agotado, la recaída será peor”. (Proceso Edición Especial 44).
Fue violento con la derecha y la izquierda mexicana. De la primera afirmó que es acomodaticia y oportunista, sin un proyecto nacional. “El país para ella, no es el teatro de su acción histórica sino un campo de operaciones lucrativas”. A la izquierda la llamó “murmuradora y retobona, que piensa poco y discute mucho” (Proceso edición Especial 44).
De nuestra falta de identidad, del racismo y del clasismo, muy común en nuestro país, Octavio Paz, en “El Laberinto de la Soledad”, habla de ello:
“La historia de México es la del hombre que busca su filiación, su origen. Sucesivamente afrancesado, hispanista, indigenista, ‘pocho’, cruza la historia como un cometa de jade, que de vez en cuando relampaguea. En su excéntrica carrera ¿qué persigue? Va tras su catástrofe: quiere volver a ser sol, volver al centro de la vida de donde un día –en la Conquista o en la Independencia – fue desprendido…”
De los intelectuales, Paz dijo que pueden ser útiles dentro del gobierno, “a condición de que sepan guardar las distancias con el príncipe”. (Proceso).
Un paréntesis
Como dice Juan Gabriel, “No vale la pena…” comentar las declaraciones de Vicente Fox en la entrevista concedida a El Universal.
Lo que si urge es una modificación constitucional en la que se establezca que todos los aspirantes a la Presidencia de la República sean obligados a realizarse un examen sicométrico, se vale ¿no?
¡En manos de quien estuvimos durante seis años!
Sigue la mata dando
Mientras tanto continúan los problemas, por ejemplo, el asunto de las autodefensas, los casos de corrupción en Petróleos Mexicanos, así como la dirigencia impoluta de los trabajadores petroleros a manos de Carlos Romero Deschamps; la inestabilidad que se padece en Oaxaca que tiene gobernador (Gabino Cué), pero que no se le ve por ningún lado y menos actúa como tal; y Ángel Heladio Aguirre Rivero, en Guerrero, representa otro foco rojo, pues en lo que va de su “gestión”, los problemas aumentan en esa entidad.
A su vez, el izquierdista de celofán convertido en titular del ejecutivo de Morelos, Graco Ramírez, en todo este tipo de problemas, conocidos como violencia e inseguridad, la semana pasada se percató que no es lo mismo ser borracho que cantinero.
De todos es sabido y comentado que en Cuernavaca miles de personas le hicieron una manifestación para exigir su renuncia como mandatario, porque la inseguridad se ha convertido en parte de la agenda del viajero frecuente (léase Graco) o del gobernador ausente, para el caso es lo mismo.
La curioso de todo lo que ocurre en Morelos, especialmente en la capital del estado, es que Graco Ramírez se queja de la guerra que le hace la sociedad por su incapacidad y la deshonestidad con la que se maneja su administración, para enfrentar el problema y no dar la cara a los que votaron por él.
El izquierdista nylon, Ramírez Garrido Abreu, se desgarra las vestiduras por las mismas acciones o jugarretas que el practicó en contra de gobernadores priistas y panistas en turno.
Borracho y cantinero, gran diferencia.
Ganadero convertido en virrey
Lo que en el siglo XXI se padece en Tlaxcala, se sufrió durante el Virreinato.
Pues un ganadero convertido en político y hasta priista, Mariano González Zarur, tiene como pasatiempo gobernar Tlaxcala. De ahí que no sea responsable de lo que ocurra en esa entidad. Perdón, las finanzas públicas si le atañen, nada más.
Y como esta distracción les ha salido muy cara a los tlaxcaltecas, la población empieza a quejarse del empresario, o virrey, González Zarur.
Para empezar, una encuesta llevada a cabo después de su tercer ¿informe? celebrado a principios de año, reprueba las acciones del empresario en bienestar de su verdadero negocio que es la cría de toros de lidia, conocida como ganadería “La Soledad”.
Vamos a los datos duros que aporta una encuestadora:
1.- El 41.2 por ciento de los encuestados dijo que no está satisfecho en nada (con la gestión de González Zarur al frente del gobierno); el 30.7 está poco satisfecho, que en suma representan más del 70 por ciento.
2.- “Comparado con el Gobierno anterior ¿cómo considera que se vive hoy en Tlaxcala?”. Y el 46.4 por ciento consideró que es peor; el 33.2 dijo que igual y el 18.2 señaló que mejor.
3.- Acerca de los problemas de Tlaxcala, el mayor porcentaje, 29.7, consideró que es la inseguridad; le siguió con el 20.4 el desempleo; con 15.2 por ciento la pobreza; 11.7 el transporte público; 10.2 la trata de personas; 6.9 servicios públicos deficientes y con el 3.3 falta de apoyo e inversión.
4.- La cuarta pregunta fue: “De acuerdo al trabajo realizado hasta el momento ¿cómo calificaría del 1 al 10, siendo 1 lo mínimo y 10 lo máximo, el desempeño del Gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur?” Aquí fue evaluado con una calificación reprobatoria de 4.9 por ciento.
En corrillos del Palacio de Gobierno, los trabajadores y empleados prefieren en un ciento por ciento a Beatriz Paredes o a Héctor Ortiz, que al virreicito Mariano González. Pues ¿cómo estarán las cosas en Tlaxcala para llegar a blasfemar a estos niveles.
Va una de las frases del carretonero, perdón del honorable ganadero convertido en Señor de Tlaxcala: “no se necesitan huevos, ni estridencia, ni denostaciones, ni mentiras, porque se votó la ley con…”
Lo cierto es que esa entidad hoy es un Señorío o Virreinato.
Borge Angulo, caso especial
Los enterados cuentan que Quintana Roo, una entidad muy especial por Cancún y Playa del Carmen, así como por Jean Succar Kuri, tiene un gobernador muy especial en Roberto Borge Angulo.
Es hijo de Roberto Borge Martín y sobrino de Miguel Borge Martín, exgobernador de esa misma entidad durante el salinismo.
El papá de Borge Angulo, fue detenido a fines de 1994 por la evasión fiscal de 3.5 millones de pesos. Ante ello, el hermano y exmandatario quintanarroense, Miguel Borge, buscó al entonces Presidente Zedillo para resolver el problema. La respuesta fue que nadie estaba por encima de la ley.
Por tal motivo, el papá del mandatario Borge Angulo, estuvo en la cárcel y al final pagó la deuda.
Las historias palaciegas en Cozumel afirman que el gobernador de marras no ha podido superar este trauma, por ello su adoración al dios Baco.